A raíz de la pandemia, las empresas han tenido que mejorar sus servicios para satisfacer a los clientes y esto ha ocasionado que cada vez recurren más a los profesionales multitask, es decir, trabajadores capaces de hacer varias tareas y en diversos escenarios. Frente a ello surge la interrogante, ¿se puede realizar diversas actividades sin afectar la salud?
Al respecto, Raúl Infante Mendoza, docente de la Escuela de Psicología de la USMP menciona que si se lee emails y, a la vez, se habla por teléfono, el cerebro no se emplea a fondo en ninguna de estas dos actividades, sino que mientras realiza una, presta menos atención a la otra.
Lo mismo ocurre al teletrabajar, ayudar con las clases virtuales y hacer los quehaceres; pues se pierde calidad si se hacen al mismo tiempo. “El cerebro humano es incapaz de llevar dos prácticas simultáneamente, ya que esto disminuye su rendimiento. Por ejemplo, pueden ser muy buenos redactando un texto o sacando cuentas, pero si se hace otra cosa a la vez, las tareas no finalizarán de forma eficiente”, explica.
Para el experto, ser multitasking tiene como beneficio asumir más responsabilidades laborales y demostrar que es posible llevar un proyecto. Otra ventaja es aprender a conseguir un equilibrio, pero esto se logra planificando, agrupando tareas similares y eliminando las distracciones.
Otro mérito es que una multitarea bien ejecutada permite asumir volúmenes de trabajo importantes sin renunciar a la calidad. Al ser más eficientes y rápidos en el trabajo se consigue un mayor rendimiento, ahorrando a su vez recursos.
Al estar constantemente bajo presión, es más posible que se origine estrés estrés laboral o dolores musculares. Además, la falta de atención puede llegar a afectar no solo a su vida laboral, y, sus relaciones personales.
Por último, realizar muchas cosas a la vez puede reducir la capacidad para recordar las cosas que se hacen, por lo que con el tiempo puede dar lugar a problemas de memoria y salud en los trabajadores.
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