
Normalmente, la vagina tendrá un flujo en la etapa reproductiva, cuya función es humedecerla y lubricarla, y eliminar células que se descaman y microorganismos.
A lo largo del ciclo menstrual, el flujo vaginal puede variar de consistencia, haciéndose más líquido y elástico hacia la mitad del ciclo, pero su aspecto es siempre blanquecino y sin mal olor.
Cuando existe un olor desagradable a nivel de tus genitales, deberías descartar las siguientes causas. La más frecuente es una infección vaginal que puede ser por hongos o bacterias. Si el flujo además tiene un color amarillo o verdoso y hay otros síntomas como picazón o ardor, ve al médico. También puede ser una enfermedad inflamatoria pélvica que produce dolor en vientre bajo y durante la intimidad.

Alimentos como cebolla, ajo, espárrago y café provocan mal olor vaginal. Los probióticos mejoran esta condición. Otras causas de mal olor del flujo pueden ser la presencia de un cuerpo extraño en la vagina; lo frecuente en mujeres adultas es un tampón o un preservativo, y la sudoración excesiva.
Por ello, evita prendas ajustadas y de licra. Prefiere de algodón. La higiene hazla con jabones sin perfume y dile no a las duchas vaginales. Si estás menstruando, cambia tus toallas o tampones cada cuatro horas u opta por la copa menstrual. En las relaciones sexuales, el esperma puede alterar el olor vaginal; prueba usar preservativo.










