Piensa en tu bienestar. Después de un día largo de trabajo necesitamos relajarnos y despejar la mente, pero ese cambio de ‘chip’ no es tan sencillo hacerlo, incluso puede convertirse en un reto. Mira el lado positivo a esto, desconectarte del ámbito laboral y disfrutar de ti mismo y de tu familia mejorará tu salud mental y espiritual.
¿Cómo hacerlo? Muchos se preguntan esto porque se han acostumbrado a la rutina diaria. No te preocupes, tampoco es que tengas que hacer cosas difíciles. La primera recomendación es sonreír. Luego, haz lo siguiente:
1. Al llegar a casa, quítate los zapatos y ponte unas pantuflas. Este acto tan simple te dará un excelente confort, sobre todo si usas tacos, pues tus pies estarán libres (recuerda que han estado unas 10 horas apretados).
2. Cámbiate de ropa, de preferencia que sean prendas holgadas. Si puedes, antes toma un baño con hierbas naturales o sales. La relajación será óptima, el agua tiene propiedades antiestrés e inducen el sueño.
3. Luego de tu jornada laboral tómate un tiempo para hacer aquello que te gusta (cantar, dibujar, escuchar música, ver películas, etc.) Te hará sentir mejor y relajado.
4. Si tienes hijos juega con ellos, esta es una forma increíble de relajarse y olvidar los problemas del trabajo. Si no eres padre pero tienes una mascota, ¿qué esperas? Juega con ella. Te sentirás fabuloso.
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