Para muchas personas compartir el día a día en las redes sociales se ha convertido en una actividad que forma parte de su vida cotidiana, y eso incluye la vida laboral. Si bien esto permite mantener a amigos y conocidos al día con lo que se está haciendo, sin necesidad de intercambiar mensajes, también introduce diversos riesgos que podrían afectar a empleadores, colegas o incluso al mismo usuario. En el peor de los casos, incluso podría llegar a poner en peligro el empleo; por ejemplo, si se incumple alguna política de la empresa.
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Una encuesta reciente reveló que la mayoría de los propietarios de pequeñas empresas son conscientes de que el uso de aplicaciones de redes sociales por parte de sus empleados representa una amenaza para la seguridad. Sin embargo, según ESET, con el enfoque correcto, hay formas en que los empleados pueden usar las redes sociales sin exponerse a sí mismos o a sus empleadores a riesgos innecesarios:
1. Conocer las políticas de la empresa
Como empleado es probable que se quiera promocionar a la empresa y sus beneficios para de esta manera impulsar su propio perfil como el de la marca. Una de las formas más rápidas y mejores de hacerlo es a través de las redes sociales. Y, si bien se puede estar actuando de buena fe intentando promover lo positivo, se puede ocasionar un daño, e incluso romper algunas de las reglas internas de la compañía.
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Si se quiere publicar sobre el trabajo o empleador, la mejor manera de hacerlo es revisar las pautas y políticas de la empresa en redes sociales. En caso de que no haya ninguna o no este claro lo que se puede y no se puede hacer, la mejor opción es hablar con alguien de recursos humanos que esté al día con todas las políticas de la empresa.
2. Utilizar las apps en los dispositivos del trabajo, pero con cuidado
Los dispositivos corporativos son un pilar de la vida empresarial. Si bien se utilizan principalmente para trabajar y permiten a los colegas mantenerse en contacto, las empresas a menudo permiten que se utilicen para cosas personales como un beneficio. Sin embargo, eso no significa que se tenga vía libre para hacer con ellos lo que quieras. Es importante recordar que estos dispositivos siguen siendo monitoreados por los administradores de las empresas y conectados a la red de la empresa, por lo que muchas de las actividades pueden ser revisadas. En relación a esto, las redes sociales están plagadas de estafas, por lo que, si se cae en algún engaño de una campaña de phishing o se hace clic en un enlace sospechoso, esto puede llevar a que los sistemas de la empresa se vean comprometidos con un ransomware, keylogger u otro tipo de malware.
Se debe actualizar y parchear los dispositivos cada vez que soliciten hacerlo. Y, además, se debe tener en cuenta las estafas comunes que se puede encontrar en plataformas de redes sociales populares como Facebook o Instagram.
3. No exponerse demasiado
Se ha dicho mucho acerca de la sobreexposición de información en redes sociales, ya sea sobre la propia vida personal, o sobre la vida de las personas que los rodean, como familia, amigos e incluso niños. Sin embargo, lo mismo aplica a la vida profesional: al compartir información sobre el trabajo en exceso, se está poniendo inadvertidamente en riesgo el usuario y su empleador. Por ejemplo, compartir demasiadas fotos de un lugar de trabajo puede permitir que los atacantes obtengan información del entorno y les sea más fácil atacar las defensas físicas de la empresa. O, con los datos personales, agregar demasiada información en las redes sociales puede facilitar que alguien se haga pasar por un usuario y cometa robo de identidad.
Para mitigar la mayoría de los riesgos asociados a la sobreexposición el paso más fácil es limitar y filtrar lo que se comparte en las redes sociales: no compartir fotos o información que revele demasiado sobre uno o su empleador y sus oficinas. Además, revisar la configuración de privacidad de las redes sociales: no todo lo que se hace necesita ser compartido con el público en general, así que limitarlo a las personas que se conoce y se confía.
4. No ser descuidado con las fotos del espacio de trabajo
Las fotos en la oficina, ya sea la oficina en casa o en la empresa, tienden a ser populares en las redes sociales, ya que las personas quieren compartir lo duro que trabajan, o mostrar lo organizado que está su espacio de trabajo. Pero estas fotos pueden ser demasiado reveladoras si no se toman ciertos recaudos. La foto podría contener una gran variedad de información confidencial.
Lo más simple para evitar estos casos sería no publicar tales fotos del escritorio, o de hacerlo revisar al detalle el escritorio de trabajo y evaluar si algo que sería visible en la foto podría representar algún riesgo para la seguridad.
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