¿Sientes que tu rostro está hinchado, opaco y deshidratado? Cambia este aspecto con unos sencillos masajes que puedes hacer con un rodillo facial de jade o de otras piedras preciosas (cuarzo rosa, amatista, cristal de roca) o una simple cuchara. Para que tengas mejores resultados guarda estas herramientas por una hora, más o menos, en la nevera, usa una crema hidratante y realiza esta rutina todos los días.
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Aquí te mostramos cómo debes usar el rodillo o la cuchara:
1. Desliza la herramienta de abajo hacia arriba con una ligera presión sobre la frente (como se muestra en la imagen), hazlo por 30 segundos, descansa diez segundos y luego repite la acción unas cinco veces más.
2. En este caso, masajea sobre el hueso nasal, de abajo hacia arriba, y luego a los costados, de adentro hacia afuera. Repite la acción unas tres veces.
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3. Ahora es momento de desinflamar el contorno de los ojos. Con el rodillo o la cuchara sigue las flechas tal como indica la imagen. No uses mucha fuerza en esta zona porque la piel es muy delicada y puedes maltratarla.
4. Pasa a masajear las mejillas y contorno de labios. Jala suavemente de adentro hacia afuera, son tres movimientos: del mentón hacia el oído, de la mejilla media hasta el oído y de los pómulos hacia el oído. Después haz una media luna en los extremos de los labios.
Los masajes faciales ayudan a relajar la piel y los músculos del cutis, evitando la aparición prematura de arrugas. Reduce la retención de líquidos, alivia la hinchazón y deja un rostro más tonificado y fresco.
Actualmente, el sérum o suero cosmético se ha convertido en un paso esencial en la rutina de cuidado de la piel de hombres y mujeres, debido a los múltiples beneficios que aporta a la piel, ayudándola a que se vea más joven, vital y sana. Su alta concentración de principios activos como vitaminas y antioxidantes, así como su textura ligera, permite que el producto penetre con mayor facilidad y rapidez en las capas más profundas de la piel.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada sérum tiene una función específica, por lo que el uso de cada uno dependerá de diversos factores como la edad, tipo de cutis y, sobre todo, de la necesidad de la piel para sentirse bien.
“Una evaluación de nuestro biotipo para saber qué tipo de piel tenemos es lo más conveniente para conocer la necesidad de cada una de ellas. En las pieles secas lo mejor serán los sérums hidratantes, antioxidantes y regeneradores, así como para las pieles mixtas y grasas, lo ideal serán los sebo reguladores, hidratantes, antioxidantes y regeneradores”, afirma Rosa Meza, docente de la carrera de Cosmiatría del Instituto Carrión.
Teniendo en cuenta la diversidad de sérums, la especialista menciona cuáles son los más importantes para el cuidado de la piel:
SERÚMS HIDRATANTES. Los ideales para aportarle una extrahidratación a la piel, ya sea para iniciar el día o hidratarla luego de estar expuesta al sol por largas horas. Estos serúms suelen incluir ácido hialiurónico, alantoína, gluconolactona, niacinamida y acuaporinas.
SERÚMS ANTIOXIDANTES. Capaces de neutralizar los radicales libres y retrasar o inhibir la oxidación celular, por lo que previene el envejecimiento. Estos serúms suelen incluir vitamina C, resveratrol, té verde, melatonina y vitamina E.
SERÚMS REGENERADORES. Enfocados en atenuar las arrugas y las líneas de expresión, reducir las manchas, regular su hidratación y aportarle elasticidad a la piel, haciéndola que se vea más firme. Los que cuentan con esta función contienen ceramidas, niacinamida, vitamina F, ácido lactobionico y silicio orgánico.
SERÚMS SEBORREGULADORES. Regulan la producción de sebo en la piel y evitan la obstrucción de los poros, ideales para pieles grasas y mixtas. Estos se pueden encontrar en serúms de aceite de árbol de té, ácido salicílico y ácido retinoico.
SERÚMS DESPIGMENTANTES. Inhiben la producción de melanina para prevenir y difuminar manchas de la piel, haciéndola más uniforme y luminosa. Ideales para pieles con hiperpigmetación. Estos suelen incluir ácido azelaico, ácido fítico, arbutina, vitamina C y uva ursi.
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