El tabaco es un verdadero enemigo de nuestra salud. Entre sus múltiples daños se encuentra el cáncer de pulmón, boca, lengua, laringe, vejiga, estómago, enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Además, las personas que fuman tienen muchas más probabilidades de tener males visuales como las cataratas que provocan la ceguera.
El oftalmólogo Nahum Cirineo explica que el tabaco se acumula en todo el cuerpo y acelera el envejecimiento celular, agravando las enfermedades visuales.
Además, los fumadores varones incrementan su riesgo de sufrir disfunción eréctil en un 50%, en tanto, las mujeres pueden también ver afectada su belleza: sus dientes se vuelven amarillos, el cabello se maltrata y aparecen las arrugas.
OTROS AFECTADOS
El tabaco no solo afecta a quien se pone un cigarrillo en la boca sino también a los fumadores pasivos, aquellos que aspiran el humo generado por otras personas. Katherine Gutarra, neumóloga de Oncosalud, asegura que el humo que inhalan estas personas contiene tres veces más nicotina y alquitrán que el que aspira el fumador, y hasta cinco veces más monóxido de carbono.
“Las personas que están expuestas al humo del tabaco durante una hora, inhalan una cantidad equivalente a fumar dos o tres cigarrillos”, explica la especialista. Por ello recomienda evitar fumar y exponerse al humo del tabaco.