La pornografía es una industria multimillonaria. Y es que el sexo vende y mucho, al margen de los productos que lo exploten para generar ganancias, desde juguetes eróticos hasta el porno. Entérate un poco más leyendo este artículo.
Según el diario New York Times, hace diez años, cuando el acceso a las películas de este género era más medible, la industria del porno era un negocio más rentable incluso que los deportes profesionales como el fútbol, el baloncesto y el béisbol. ¿Te lo hubieras imaginado?
Asimismo, la revista Forbes estima sus ganancias en 60 mil millones de dólares al año. Y es que unos 250 millones de personas consumen esta clase de videos para adultos. Según datos de PornHub, uno de los más populares servidores gratuitos de cine para adultos, los mayores consumidores de porno son Estados Unidos seguido de Reino Unido y la India.
A pesar de esta gran popularidad y aceptación, existe una legislación en Reino Unido que censura muchas de las prácticas que se ven en la pornografía basada en la moral hipócrita. ¿Sabes qué está prohíbo hacer frente a las cámaras desde el 2014 en este país?
Si bien es cierto, las prácticas que afecten a la seguridad de los participantes deben censurarse, hay muchas que no parecen perjudicarlos en absoluto. Por ejemplo, están prohibidas las escenas con azotes y palmadas, la coprofilia (orinar o defecar sobre alguien), el fisting (meter el puño en el ano o vagina) y la eyaculación femenina.
Sin embargo, lo paradójico está en que la norma no impide ver las películas que se produzcan fuera de Reino Unido. Asimismo, no tiene en cuenta la censura de menores de edad. ¡De locos!
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