En toda infidelidad, cabe la posibilidad de la venganza y de reaccionar en contra de la persona que traicionó su confianza. Sin embargo, hay otros que prefieren callar, guardar silencio y se alejan para siempre. Para la psicóloga Mary Castro, en este periodo se puede experimentar un sufrimiento intenso o “pasar la página” con facilidad.
“Cada situación es diferente y hay parejas que lo conversan y se dan una segunda oportunidad. Aquí el infiel arrepentido está comprometido a recuperar la confianza del ser amado y salvar la relación”, señala.
Pero, Castro explica que no siempre esta transición es sana, porque se va a exponer a un período de reproches, de ira, angustia del otro, desprecio, descalificación e incluso de ser expuesto en las redes sociales.
La especialista aclara que el mentiroso puede sufrir más que la persona engañada y aguantar maltrato solo para volver a empatizar con la persona dañada, pero no es saludable si hay violencia psicológica.
Si ha decido perdonar a su pareja, hay que ser sinceros y no solo hacerlo por el miedo de quedarse solos. La psicoterapeuta sugiere dejar de lado poco a poco el victimismo y situarse en una posición más activa que busca defender sus intereses, proponer cambios y forma de solucionar el deterioro causado.
“Si la otra parte no accede, entonces, dar el paso de dejar la relación. Debe tomar terapias, proponerse metas para mejorar su relación y más si se tienen hijos”, indica. Agrega que muchas relaciones prefieren partir desde cero, no obstante, la otra parte también debe hacer el esfuerzo de continuar sin mirar atrás.
Recordó que hay distintos motivos para el engaño, entre ellos, insatisfacción de la pareja, creer que ya no serán felices después de varios años, incompatibilidad de caracteres y lo más frecuente, falta de amor.
Aunque no lo crea, hay mujeres que se pasan la vida tolerando que su pareja cometa “errores”, antes de terminar la relación para siempre, sin darse cuenta de que los constantes engaños afectan su autoestima y les hacen llevar una vida de inseguridad y desconfianza. Entonces, ¿por qué las mujeres son tan tolerantes ante las infidelidades?
Manuel Saravia, psicoterapeuta y director del Instituto Gestalt de Lima, indica que la idea de que esa persona es el amor de su vida y le haga promesas a futuro, las impulsa a darle otra oportunidad. “Las mujeres que están enamoradas los idealizan como un príncipe azul y creen que si las defraudan una vez, ya no lo volverán hacer. Sin embargo, un hombre que engañó varias veces a su esposa o pareja tiene la naturaleza de un donjuán.
Para el especialista, estas acciones son muy frecuentes en las relaciones de los deportistas. Incluso creen que los hijos y la familia los hará cambiar, pero esto es erróneo. “Las mujeres buscan preservar la unión familiar, que los hijos crezcan y “no sufran” de tener a un padre ausente”, indica. También existen situaciones en las que prima las apariencias o las mujeres se autoculpa por su apariencia física o emocional.
Los constantes engaños, según Saravia, hace que la mujer viva paranoica revisando los bolsillos, espiando sus llamadas, mensajes de WhatsApp o pensando en qué puede estar haciendo. Aconseja que si su pareja recibió una segunda oportunidad, pero ha recaído debe terminar de inmediato porque es una agresión continua a su autoestima. En cambio, si él tiene una historia limpia y reconoce su error, podría perdonarlo. Sin embargo, debe saber que la puede engañar otra vez.
Contenido GEC