1 / 21 Abby Creations es una de las compañías más prestigiosas que se dedican a la elaboración de juguetes sexuales.
2 / 21 Para cada muñeca se dedican unas 80 horas en total.
3 / 21 El fotógrafo Robert Benson tuvo acceso a las instalaciones de la conocida factoría.
4 / 21 El artista Matthew McMullen es el fundador de la compañía.
5 / 21 McMullen fue el creador de la primera muñeca sexual de silicona.
6 / 21 Las muñecas sexuales que se hacían en Japón desde la década de los 80 eran de plástico.
7 / 21 Las muñecas de McMullen son confeccionadas con silicona de alta calidad que conserva el calor y da una sensación más realista.
8 / 21 El esqueleto flexible también permite que los clientes puedan colocar y doblar a la muñeca a su gusto.
9 / 21 Los rostros también son intercambiables para una ‘experiencia más personalizable’,
10 / 21 Puedes escoger entre 18 cuerpos de mujer y dos de hombre.
11 / 21 El costo va desde los 6500 dólares hasta los 12 mil en adelante.
12 / 21 Cada muñeca tiene características anatómicas y genitales propios.
13 / 21 Todos los tipos de pezones.
14 / 21 Las mandíbulas tienen bisagras, los labios son turgentes, la lengua es ultrasuave y los dientes son de silicona.
15 / 21 Los dientes están hechos de silicona.
16 / 21 Cabezas de diferentes modelos.
17 / 21 Rostro hiperreal.
18 / 21 Confección de una cabeza.
19 / 21 Producto final.
20 / 21 Abby Creations.
21 / 21 Abby Creations es una de las compañías más prestigiosas que se dedican a la elaboración de juguetes sexuales.
Se trata de una fábrica ubicada al sur de California en Estados Unidos donde nueve operarios trabajan con dedicación moldeando cuerpos exuberantes. Entre siliconas y moldes, construyen rostros, senos y varios tipos de pezones. El resultado final son unas hermosas muñecas sexuales totalmente flexibles.
Se trata de Abby Creations, una de las compañías más prestigiosas que se dedican a la elaboración de juguetes sexuales. Y precisamente su fama viene de la calidad de sus productos. Para cada muñeca, dedican unas 80 horas en total, con excepción de los pedidos especiales que pueden tardar aún más.
El fotógrafo Robert Benson tuvo acceso a las instalaciones de la conocida factoría, donde cuerpos sin cabeza cuelgan de los techos y penes de plástico inundan las repisas. ‘Todo el mundo siente mucha pasión por su trabajo y se lo toma muy profesionalmente. Creo que la fascinación se va después de una semana ahí y es como cualquier otro trabajo’, contó el fotógrafo.
![](https://i.ytimg.com/vi/ZTSRwnJIPcI/hqdefault.jpg)
Por su parte, el artista Matthew McMullen, fundador de la compañía, asegura que todo sucedió accidentalmente cuando trabajaba en una fábrica de máscaras para Halloween y se encontraba moldeando una figura de una mujer para un proyecto artístico personal. Es allí que tuvo la idea de convertirla en un maniquí realista que más tarde se convirtió en la primera muñeca sexual de silicona.
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