Christian Merello (39) es un hombre de fe. Dice que desde niño su más grande deseo fue cargar al , tradición que le fue inculcada por su padre y abuelo.

A los catorce años, al fin pudo tener al Cristo Morado sobre sus hombros. “Esa fecha temblé todo el día, pues era algo que había añorado durante mucho tiempo. Es indescriptible lo que sentí, fui muy feliz”, recuerda este devoto del

En la actualidad, Christian es capataz de la Cuadrilla 3 de la Hermandad del y ahora es él quien se preocupa porque las nuevas generaciones sigan el legado. Comprometido con su labor, guía a los niños y adolescentes cargadores. Son ochenta niños de ocho años a más, de diferentes estratos sociales y zonas de Lima, pero unidos en una fe.

“Les doy una charla y les digo que cuando cargan al Señor de los Milagros lo sientan, porque, en realidad, están ayudándolo. Me siento orgulloso de ser yo quien les inculque la fe. Sin duda es la mejor oportunidad para que ellos conozcan a y sepan que hay un Dios que los ama”, comenta Merello.
(Samantha Aguilar)

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