Los antibióticos son muy importantes. Sus beneficios en el tratamiento de infecciones bacterianas, la prevención de la propagación de enfermedades y en la reducción de complicaciones graves son enormes, pero ¿sabemos cómo y con qué tomarlos?
El médico integral Víctor Cabrera Serna señala que, en general, los medicamentos se deben tomar con un gran vaso de agua si queremos tener el mejor efecto. Existen diferencias entre acompañarlos con agua, zumo o algún otro líquido. Esto puede influir en el proceso de absorción de los principios activos contenidos en los medicamentos. “Así como la automedicación es perjudicial para el cuerpo, también lo es tomar los antibióticos con otros líquidos que no sean agua”, advierte e indica las consecuencias de hacerlo con:
- Leche. Por ejemplo, si ingieres ciprofloxacina (contra neumonía y tifoidea) con esta bebida la medicina no se absorberá correctamente y el efecto de curación disminuirá.
- Bebidas alcohólicas. Además de intoxicarte, provocas mayor irritación en el estómago y puedes llegar a tener convulsiones, sangrado y problemas a nivel respiratorio.
- Café, gaseosas o bebidas energéticas. Los antibióticos contra las infecciones, como enoxacina, metronidazol y norfloxacina, no deben tomarse con estas bebidas. Tu cuerpo no eliminará la cafeína provocando una adicción y alteraciones del sistema nervioso.
- Jugo de naranja. Reduce la efectividad de la medicina.
- Té. Contiene tanino, sustancia química que retarda o anula la medicina en el cuerpo
FORMA CORRECTA
No solo los antibióticos, sino cualquier medicamento prescrito por vía oral, deben ingerirse con un vaso de agua y hacerlo de poco en poco para facilitar el camino de la pastilla hasta el estómago.