Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por un pollito frito con papas, ensalada de lechuga con palta, arrocito graneado y, para tomar, naranjada fría. “María, la tecnología, el internet y los teléfonos inteligentes han llegado para hacernos la vida más fácil. También la banca móvil, las transacciones virtuales y las compras online. Pero con eso han llegado igualmente los robos cibernéticos en sus diversas modalidades.

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Han habido miles de casos en el Perú de personas que de pronto se dan cuenta de que han hecho compras desde su tarjeta de crédito o débito sin haberlo pedido. Las mafias de ladrones electrónicos solo necesitan muchas veces el teléfono celular del agraviado para hacer ese tipo de robo. Hace unos meses se conoció un caso realmente estrambótico.

Una mujer denunció que el banco le envió un correo donde le exigía pagar una deuda por compras con su tarjeta de crédito. Eran como 15 mil soles. El caso es que ella nunca tramitó una tarjeta de crédito con ese u otro banco. No lo recogió ni dio datos para ello. Un hampón suplantó su identidad, seguramente comprando datos en Wilson, hizo el trámite por internet y ¡zas!, ya tenía una tarjeta a nombre de su víctima.

En agosto pasado, la Policía irrumpió en el búnker de un hacker en Miraflores y encontró un centro tecnológico de primera, como en las películas, con varias computadoras programadas para robar datos e identidad de muchas personas, con cuyas tarjetas de crédito hacía compras por delivery. Ante tal magnitud de casos es hora de que los bancos se unan y hagan algo.

Sé que han habido esfuerzos aislados, como la campaña del Banco de Crédito para evitar el phishing, que es una técnica de ingeniería social que consiste en el envío de un email en el que los ciberdelincuentes suplantan la identidad de una compañía conocida o de una entidad pública para solicitar información personal y bancaria al usuario. Con esos datos cometen los robos. Por todo eso, te aconsejamos:

  • Bloquee inmediatamente sus tarjetas de crédito o débito en caso de pérdida, robo o sospecha de la misma.
  • Compre en tiendas virtuales de su confianza o buena reputación, nunca en sitios desconocidos.
  • No brinde información confidencial, solicitada mediante correo electrónico, red social, llamada telefónica o mensaje de texto.
  • Verifique la información antes de acceder a cualquier oferta por internet.
  • No pierda de vista sus tarjetas bancarias y, de preferencia, tome nota de la identidad de quienes los atienden en los establecimientos comerciales o restaurantes.
  • No ingrese a su banco utilizando el navegador o un buscador de internet, sino directamente la barra de direcciones o la app móvil de la entidad bancaria. Con todo esto evitará que le roben su dinero”. Muy buenos consejos de Gary. Me voy, cuídense.

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