La lactosa es un tipo de azúcar que se encuentra en la composición de la leche y de otros tipos de lácteos. El cuerpo necesita de la enzima lactasa durante la etapa de la lactancia para poder digerir la leche materna fácilmente. Sin embargo, deja de producirla una vez que la persona deja de amamantar.
Cerca de un 70% de peruanos es intolerante a la lactosa, ya que, el organismo rechaza la leche de otra especie y esto se ve reflejado en síntomas físicos como calambres abdominales, diarrea o vómitos.
Cinco tipos de leches vegetales que puedes incluir en tus alimentos
Se recomienda reemplazar el consumo de leches de origen animal por las que son vegetales, pues cuentan con diversos nutrientes que complementan la alimentación sin descuidar la salud estomacal. Sylvia Rodríguez, nutricionista en Healthy Pleasure Blog, recomienda 5 tipos de leches vegetales que puedes incluir en tus alimentos:
Leche de coco:
Es una bebida capaz de proporcionar minerales como el potasio y magnesio. Estos nutrientes contribuyen al fortalecimiento del sistema inmune y a la prevención de calambres. Se recomienda consumirla en el desayuno con cereales, batidos o acompañado de fruta picada.
Leche de avena:
Si lo que se busca es combatir el estreñimiento, la leche de avena es una buena opción. Asimismo, es una de las más económicas y buscadas por las personas por su buen sabor.
Leche de almendras:
La salud de la piel está ligada directamente con el consumo de vitamina A y E, nutrientes que posee la leche de almendras. Gracias a estos antioxidantes y junto con un buen descanso y cuidados de la piel adecuados, se puede obtener los mejores resultados.
Leche de nueces:
Al igual que los otros frutos secos, la nuez no contiene ni gluten ni lactosa; es más, resulta ser una fuente nutritiva que proporciona energía. Mejora la circulación de la sangre, por lo que se le considera un producto cardiosaludable.
Leche de soya:
Ya sea que se elabore en casa o se compre en el supermercado, la ingesta de leche de soya ayuda a mantener los niveles de colesterol, reduce los porcentajes de azúcar en la sangre y controla la presión arterial, por lo que esta aporta una buena cantidad de proteína para el organismo.