Los alimentos contienen nutrientes básicos para mantener el organismo en buen estado. Entre otras cosas, contribuyen a mejorar la respuesta del cuerpo ante diversas dolencias, actuando sobre el sistema inmunitario y haciéndolo más eficiente.
A pesar de que todos los alimentos aportan de una manera u otra al organismo, existen algunos que son reconocidos por sus beneficios para reforzar las defensas y evitar que caigamos enfermos, sobre todo en invierno. Por eso, Sylvia Rodríguez, nutricionista del equipo Magnesol, explica continuación cuáles son los nutrientes esenciales para evitar enfermedades y virus.
· Cítricos
Limones, naranjas, pomelos o mandarinas estimulan, gracias a la vitamina C, la producción de glóbulos blancos, claves para combatir infecciones. Son especialmente recomendados para prevenir enfermedades virales. Dado que el cuerpo no la produce ni la almacena por sí solo, es preciso ingerir alimentos que la contengan de forma diaria.
· Copos de avena
Incluir avena en la dieta diaria, no solo beneficia el tránsito intestinal y regula los niveles de azúcar en sangre, también resulta un aliado perfecto del sistema inmune, gracias a su aporte en zinc. Este mineral previene los síntomas y acorta la duración de virus como el resfriado común (rinovirus). Si no se llega a la dosis diaria recomendada a través de la ingesta, se recomienda complementar con el consumo de suplementos que contengan zinc dentro de sus componentes.
· Espinacas
Aunque contiene vitamina C, esta no es su principal propiedad. Se recomienda especialmente por sus antioxidantes y minerales como el magnesio, que es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas del cuerpo y ayuda a la producción de energía. Hay que hervirlas muy poco para aprovechar de la mejor manera posible sus beneficios. No es conveniente consumirla completamente cruda, porque al hervirla aumenta su contenido de vitamina A y se permite a otros nutrientes desprenderse del ácido oxálico.
· Ajo
Antiguamente, se usaba para combatir las infecciones, porque es un eficaz anti-bacteriano, anti-viral y anti-fúngico. Disminuye la presión sanguínea y retarda el endurecimiento de las arterias. Las propiedades inmunológicas del ajo se deben a su considerable concentración de compuestos de sulfuro como la alicina. Previene los resfriados y combate la fiebre.
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