Después de un rico almuerzo, muchos tenemos tendencia a caer en un ligero sueño vespertino. ¿Por qué ocurre esto? Karla Gutiérrez, nutricionista de la Clínica Javier Prado, explica que la clave está en los niveles de orexinas, cuya función es mantenernos despiertos y alerta. Estas hormonas disminuyen cuando aumenta el azúcar en la sangre.Todo esto según los alimentos que acabamos de ingerir.
Cuanto mayor es el volumen de la ingesta, mayor es el contenido de azúcar, y por lo tanto, de la somnolencia. Para vencer ese bajón de energía por la tarde y evitar que interrumpa tus labores en el trabajo o estudios, la doctora aconseja:
- Dormir bien la noche anterior. De 7 a 8 horas por noche.
- Ingerir un buen desayuno. Yogur o queso, frutas, panes y cereales integrales que aportan energía sostenida en la mañana.
- Evitar las comidas con grasas y las ricas en hidratos de carbono refinados (panes, pastas, arroz blanco, tartas y postres) que aumentan rápido los niveles de azúcar en la sangre.
- Evitar las comidas rápidas, altas en azúcar, grasas, sal y conservantes.
- Come frutas, verduras, legumbres y granos enteros que elevan el azúcar en sangre de forma más lenta.
- Prefiere las proteínas: carne roja, pollo, pescado, huevos o soja.
- Reduce las porciones de tus comidas.
- Evita el alcohol después de almorzar y cenar.
SABÍAS QUE...
Hacer ejercicio luego del almuerzo es ideal para despejarnos. Haz una pequeña caminata, estira el cuerpo o usa las escaleras.