Todos sabemos que para la salud en general, pero también puede dañarte la vista y hasta causarte ceguera.

Fumar incrementa de forma significativa el riesgo de pérdida de visión debido a la aparición de cataratas, glaucoma y degeneración macular asociada a la edad (DMAE).

Ese riesgo afecta tanto a los como a los que viven con ellos, según nos comenta Daniel Morales, director médico de la Clínica de Ojos Opeluce.

“Recibir el humo de cigarro o vivir con un fumador por mucho tiempo duplica el riesgo de padecer de degeneración macular asociada con la edad. La buena noticia es que una vez que dejan de fumar, el riesgo de que contraigan estas enfermedades oculares se vuelve prácticamente tan bajo como para quienes nunca fumaron”.

Morales explica detalladamente cómo afecta el consumo de cigarrillo a nuestros ojos:

Daño durante el embarazo: Cuando las mujeres fuman durante el embarazo, existen más posibilidades de que den a luz en forma prematura. Sumado a ello los hijos de madres fumadoras son propensos a desarrollar estrabismo (desviación de uno o de los dos ojos).

Degeneración Macular: Fumar reduce gradualmente el suministro de sangre en el ojo provocado por el estrechamiento de los vasos sanguíneos y el espesamiento de la sangre. También daña la visión nocturna, poniendo en peligro la propia seguridad cuando se maneja. Se trata de una enfermedad ocular progresiva.

Cataratas: El hábito de fumar aumenta el riesgo de desarrollarlas, ya que afecta a las células del cristalino mediante el proceso de oxidación y hace que los metales pesados como el cadmio se acumulen en este. Mientras más se fume, mayor es el riesgo.

Síndrome del Ojo Seco: Ocurre cuando no se producen suficientes lágrimas para humedecer, limpiar y proteger los ojos que entonces se irritan, arden, se vuelven muy sensibles a la luz y se sienten como que tienen arena. El hábito de fumar incrementa la posibilidad de padecer este trastorno.

Si ya eres fumador no todo está perdido. Existen estudios que demuestran que las personas que dejan de fumar disminuyen el riesgo de desarrollar degeneración macular en un 6.7 por ciento en un año, y a partir de los cinco años, el riesgo disminuye en otro 5 por ciento.

Además de dejar el cigarrillo, es recomendable vivir una vida activa, controlar los niveles de colesterol y la presión arterial, y es fundamental la visita a un oftalmólogo por lo menos una vez al año.

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