Realizar ejercicios ofrece múltiples beneficios para la salud a cualquier edad. Sin embargo, cuando se tiene más de 65 años es clave para retardar la aparición de diversas afecciones, controlar enfermedades crónicas, mantener la independencia y evitar cuadros de ansiedad y depresión. Es muy importante buscar envejecer con la mayor funcionabilidad y autonomía posible.
El doctor Jorge Solari, médico internista y geriatra, señala que los ejercicios ayudan a los adultos mayores a evitar la pérdida de masa muscular (sarcopenia) y masa ósea (osteoporosis), a mejorar la circulación y la coordinación e incrementar el bienestar físico, emocional y social.
De acuerdo con las pautas de actividad física del Instituto Nacional del Envejecimiento de los Estados Unidos se debe realizar semanalmente 150 minutos (2 ½ horas) de ejercicios aeróbicos, de intensidad moderada, como mínimo. Caminar a paso ligero, bailar rápido, montar bicicleta o nadar son buenas opciones.
Lo ideal es entrenar por lo menos tres días a la semana. Además de efectuar rutinas para fortalecer los músculos como levantar pequeñas pesas (2 veces a la semana) o usar bandas de resistencias, subraya el especialista tras añadir que los ejercicios de equilibrio son claves para prevenir caídas.
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Chequeos previos
Antes de empezar a ejercitarse, visite a su médico para que le recomiende qué actividad física puede realizar tomando en cuenta su historia clínica y estado de salud actual (cirugía reciente, artrosis, diabetes o enfermedades del corazón).
Quizá le indique hacerse una serie de exámenes previos. Es buen momento para comentarle a su doctor, si presenta algún síntoma como opresión en el pecho, dolor en las articulaciones, mareos, dificultad para respirar, entre otros.
No al exceso de ejercicios
Cuando empiece con su rutina, tome las cosas con calma, poco a poco mejorará su condición física. El exceso de entrenamiento puede provocar lesiones, lo que hará que deje de hacer cualquier deporte. Para reducir el riesgo de esguinces y traumatismos comience con un programa de baja intensidad. No deje de calentar y estirar antes y después de cada entrenamiento.
El doctor Solari recomienda tomar agua antes, durante y después de la sesión de ejercicios, incluso si no hay sed. Vestirse con ropa y zapatos deportivos adecuados para la actividad que va a efectuar para estar lo más cómodo posible.
El ritmo de vida de una persona de edad avanzada cambia porque ya no puede desplazarse con la misma agilidad y rapidez; sin embargo, esto no significa que deba ser sedentario. Lo más recomendable es que haga deportes, en la medida de sus posibilidades para mantenerse en forma y con buen ánimo.