Las últimas elecciones presidenciales han provocado el distanciamiento entre amigos y familiares, luego de enfrentarse en discusiones y peleas causadas por sus preferencia políticas a la hora de votar. La segunda vuelta incrementó la tensión social, que ya estaba resquebrajada debido a la crisis sanitaria por el COVID-19.
Las discusiones aún continúan, y se ven reflejadas en especial en las redes sociales y también en las conversaciones cotidianas de las familias. La psicóloga María Garrido Hidalgo, psicóloga de la Universidad César Vallejo, brinda recomendaciones para debatir con respeto y tolerancia.
Para la especialista, debatir no es negativo. Demuestra que hay dos, tres o más opiniones diferentes que se deben defender. Sin embargo, aclara que pelear es una situación distinta y no es recomendable llegar a ello.
“Pelear implica ya una situación de agredir con palabras, gestos, indirectas e inclusive de manera física a otra persona. No se acepta la opinión del interlocutor y tampoco se sustenta la propia posición con ideas claras y acertadas; cayendo en la intolerancia”, resaltó.
María Garrido Hidalgo precisó que esta situación de intolerancia, respecto a las opiniones políticas, ha afectado las relaciones familiares. Los causantes, en la mayoría de los casos, han sido aquellos integrantes que han buscado imponer sus ideas sobre la de los demás. Por tal motivo, nos brinda algunos consejos con el objetivo de debatir sin que las relaciones interpersonales se vean afectadas.
- Fomentar la discusión de ideas: Es importante que en las familias se fomente la discusión de ideas en las diferentes etapas de vida para que los miembros de la familia, sobre todo niños y adolescentes, piensen, razonen y analicen de modo que formen su propia opinión y la sepan defender respetando las opiniones de los demás, señaló.
- Evaluar su comportamiento dentro de la discusión: Es necesario que cada uno de los miembros de familia que tuvieron la discusión evalúe cómo ha sido su comportamiento, aconsejó la especialista y añadió que se debe ser consciente de que nos podemos equivocar en la forma de expresar nuestras opiniones.
- Pedir disculpas: Es necesario identificar los excesos que se han cometido dentro de la discusión y pedir disculpas a quienes ofendimos.
- Aprender a escuchar: Este momento puede ser también una oportunidad para cambiar o mejorar la comunicación dentro de la familia. Aprender a escuchar y pedir perdón; pero, sobre todo, practicar el valor de la tolerancia, puntualizó.
- Perdonar: Si nosotros hemos sido quienes hemos recibido la agresión, debemos ser capaces de perdonar. No siempre la otra persona se acercará a pedirnos perdón. Esta acción nos ayudará a liberar nuestra psiquis de sentimientos negativos, finalizó.