La terapia física o la fisioterapia es una herramienta esencial para la salud de los adultos mayores. Varios de sus programas están destinados a tratar los problemas de discapacidad generados por enfermedades como el párkinson, alzhéimer, artritis, fracturas, osteoporosis, caídas y problemas cardiorrespiratorios.
“Algunos de los beneficios de realizar terapia física para este grupo etario son el aumento del equilibrio, previniendo complicaciones como las caídas y sus posibles consecuencias; la mejora de las funciones respiratorias y digestivas; la prevención de contracturas y rigidez en los músculos y las articulaciones; el retraso de la aparición de enfermedades; la mejora de la fuerza, la resistencia y la movilidad; el refuerzo de conductas y sensaciones positivas, y la regulación de aspectos nutricionales como la falta de apetito y el control del peso”, aseguró Jesús Yeren, docente de Terapia Física de la Universidad Tecnológica del Perú.
Además, el especialista afirma que con el objetivo de que los adultos mayores realicen una rutina de terapia física, de manera óptima, es importante que coman sano, eviten fumar, no abusen de las bebidas alcohólicas y tengan una hora destinada a los ejercicios.
“Cada persona es diferente y el ejercicio que las personas mayores pueden practicar depende directamente de su estado físico. Algunas condiciones específicas limitan la intensidad y la duración del ejercicio, pero no la actividad en sí. Es decir, sin importar si la movilidad de las personas a cuidar es limitada o no, es importante que realicen ejercicios, de acuerdo a sus capacidades”, añade.
En este sentido, Jesús Yeren comparte algunos ejercicios que estas personas pueden realizar:
Ejercicios de fortalecimiento
Tienen el objetivo de desarrollar los músculos y fortalecer los huesos. Además, los ejercicios para piernas contribuyen a poder caminar durante más tiempo. Esto permite alargar la autonomía de la persona mayor, lo que tiene un impacto directo en su salud mental.
Los ejercicios recomendados son flexión y extensión de brazos y piernas, uso de bandas elásticas, y levantamiento de peso moderado con botellas de agua o mancuernas livianas. Estas actividades también sirven para quemar el exceso de grasa. Se deben realizar todos los días, durante diez minutos.
Ejercicios de equilibrio
Ayudan a mejorar la coordinación y el equilibrio. Gracias a estos, las caídas de las personas mayores disminuyen. Muchas veces no salen a la calle por miedo a caerse, por lo que, gracias a estas actividades, recuperan confianza y salen con más tranquilidad.
Entre los ejercicios de equilibrio se incluyen algunos como las caminatas afianzando el talón y el caminar levantando un pie para dejar caer el peso del cuerpo en el otro. El tiempo de duración de este tipo de ejercicios debe ser de veinte minutos, cada día.
Ejercicios de flexibilidad
Los ejercicios de estiramiento para las personas mayores ayudan al bienestar de los músculos. Algunos de ellos son las flexiones y extensiones de brazos y codos; lo recomendable es realizar cada una de ellas tres veces por veinte segundos. Además de estos, el yoga también es una buena opción para la flexibilidad.