Complicaciones como dislocaciones, artritis, bursitis (inflamación de las bolsas que rodean la articulación), entre otras pueden ser generadas por el desgaste de nuestras articulaciones a lo largo del tiempo. Estos problemas son cada vez más comunes, debido a que están relacionados con dos aspectos clave del envejecimiento, la disminución en la producción de colágeno, en aproximadamente 1 % cada año a partir de los 30 años; y la pérdida de masa muscular, de 3 % a 5 % desde los 30 años.
Si bien el deterioro de las articulaciones es un proceso natural e irreversible, es posible que estas estructuras envejezcan de forma saludable y, con ello, reducir el impacto negativo en la calidad de vida. “Una articulación sana se traduce en un cuerpo activo, flexible y sin dolor”, asegura el Dr. Alvaro Montenegro, gerente médico de Sanofi.
A fin de aportar a la óptima conservación de las articulaciones a pesar del paso del tiempo, a continuación, el Dr. Montenegro brinda algunas recomendaciones:
- Realizar actividad física. La falta de movimiento genera pérdida de masa muscular, esto afecta a las articulaciones, porque tienen que soportar el peso del cuerpo sin el apoyo de los músculos. Seguir una rutina de ejercicios diarios es una de las mejores maneras de tener los músculos tonificados. Además, este hábito permite prevenir enfermedades relacionadas con el sedentarismo, como la hipertensión, y problemas cardiovasculares.
- Evitar las cargas pesadas. El cartílago es flexible y fuerte por naturaleza. Si bien está preparado para soportar grandes pesos de manera ocasional, hacerlo de forma continua provoca daños y desgaste.
- Mantener un peso ideal. El sobrepeso incrementa la tensión y conlleva un esfuerzo innecesario para las articulaciones. En esa línea, es esencial seguir una alimentación balanceada para conservar un índice de masa corporal acorde a la talla de cada persona. Además, el sobrepeso y la obesidad están asociados con enfermedades discapacitantes como la osteoartritis.
- Consumir suplementos nutricionales. El sobrecargar de forma excesiva las articulaciones debilita el cartílago. A pesar de que este proceso se da de manera natural, el paso del tiempo y la disminución en la producción de colágeno pueden generar dolor y afectar la movilidad, por lo que se recomienda complementar la dieta diaria con colágeno hidrolizado, que ayuda a prevenir el desgaste de las articulaciones.
Además de seguir estas medidas preventivas para cuidar las articulaciones, el Dr. Montenegro advierte que los problemas de movilidad articular pueden presentarse en cualquier etapa de la vida, por ello es crucial reconocer cuáles son las señales de advertencia que da el organismo, como, por ejemplo, reducción de la movilidad, molestias o inflamación en los pies y en las rodillas y/o dificultad para levantar objetos.
“Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas se debe acudir al médico para tener un diagnóstico oportuno, recibir el tratamiento que más se adecúe a las necesidades del paciente y, de esa manera, evitar que la condición avance y genere complicaciones”, finaliza Montenegro.