La tarjeta de crédito es una herramienta valiosa para fortalecer tu historial crediticio, siempre y cuando seas ordenado, responsable y prudente con ella. Si estás pensando en solicitar una, Christian Borja, gerente de Educación Financiera del ABC del BCP, te recomienda:
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1. PREGÚNTATE PARA QUÉ LA NECESITAS. Por ejemplo, si quieres comprar algún electrodoméstico en varias cuotas, lo aconsejable es optar por un préstamo personal. Pero si el objetivo es hacer pagos regulares y mensuales para fortalecer tu historial crediticio, pues la tarjeta es una buena opción.
2. COMPARA LA TASA DE INTERÉS. Pregunta en las entidades financieras, pero fíjate principalmente en la Tasa de Costo Efectiva Anual (TCEA) y no tanto en la Tasa Efectiva Anual (TEA).
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3. REVISA LA MEMBRESÍA. Si optas por una tarjeta con este pago anual, consulta cuál es el programa de recompensas o beneficios (millas para viajar, descuentos en tiendas o restaurantes, entre otros). También puedes solicitar una sin membresía.
4. NO TE FIJES EN EL ‘COLOR’ DE LA TARJETA. No elijas una de oro, platinum o black solo por demostrar estatus, limítate a una que se adecúe a tu capacidad de pago mensual.
5. CUIDADO CON LA LÍNEA DE CRÉDITO. No debe sobrepasar tu ingreso neto mensual porque luego tendrás problemas con los pagos.
Recuerda hacer tu presupuesto mensual para saber cuánto dinero puedes destinar al pago de la tarjeta de crédito.
Lo primero que debes hacer para cambiar ese pensamiento es sacar de tu vocabulario esas frases cotidianas que no le hacen bien a tu economía. ¿Cuáles son? A continuación te las decimos:
El ahorro es un hábito importante; sin embargo, muchas veces y sin darnos cuenta, nosotros mismos ponemos barreras que nos impiden lograr nuestras metas financieras. Lo primero que debes hacer para cambiar ese pensamiento es sacar de tu vocabulario esas frases cotidianas que no le hacen bien a tu economía. ¿Cuáles son? A continuación te las decimos:
1. ‘El próximo mes empiezo a ahorrar’
Este círculo vicioso no te llevará a ningún sitio, empieza hoy mismo, así sea con S/ 5 o S/ 10.
2. ‘No me voy a llevar nada a la tumba’
Es cierto, pero recuerda que lo ideal es que no pases penurias los últimos años de tu vida.
3. ‘Me lo merezco’
Está bien, solo sé prudente y estratégico con tus gastos.
4. ‘No sé en qué gasto mi dinero’
¿Hiciste tu presupuesto mensual y te ajustaste a él? Ahí está la respuesta.
5. ‘Solo se vive una vez’
Vive, solo asegúrate de mantener tu salud financiera estable.
6. ‘Luego lo repongo’
Olvídate de ese dinero que gastaste, no volverá a ti. Con esta frase solo te autoengañas.
7. ‘No puedo ahorrar, gano muy poco’
Siempre se puede ahorrar, así sea lo mínimo. Es cuestión de actitud y fuerza de voluntad.
8. ‘Tengo muchos gastos’
Si sabes que los tienes, ¿qué esperas para reducirlos?
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