‘Papá, dice mi mamá que le des el dinero para la comida’ o ‘Mamá, dice mi papá que no lo llames a cada rato’. Estas frases suelen pronunciarlas inocentemente los niños por encargo de sus mismos progenitores, quienes los convierten en ‘palomas mensajeras’.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Cómo identificar el déficit de atención en los niños?
“Aunque no parezca, los niños cuando son ‘palomas mensajeras’ experimentan sentimientos encontrados y mucha confusión. A esto se agregan los problemas de sueño, los cambios de estado de ánimo, el bajo rendimiento académico, altos niveles de estrés, tristeza, frustración, apatía y hasta problemas de salud, como dolores abdominales, de cabeza y espalda”, indicó Manuel Saravia, psicólogo y psicoterapeuta del Instituto Guestalt de Lima.
MIRA: ¿Cómo apoyar a mi hijo para que utilice adecuadamente el internet en casa?
No hay que esperar que se presenten estas señales de alerta -afirma el especialista- para recién darnos cuenta de que algo pasa con los chicos. Si tenemos problemas con la pareja, hay que resolverlos entre nosotros a través de la comunicación, comprensión y tolerancia. Los niños necesitan vivir plenamente su etapa, así se convertirán en adultos emocionalmente sanos, responsables y empáticos.
Cuando estés por decirle a tu niño: ‘Pepito, dile a tu papá…’, detente y recuerda que no debes involucrarlo en un conflicto que no le pertenece.
SABÍAS QUE...
Los niños son seres muy vulnerables, están en pleno desarrollo de sus emociones. Quiérelos bien y actúa con responsabilidad.
TAMBIÉN PUEDES LEER:
Mi hijo le pega a su hermanito menor, ¿qué hago?
Evita gritarle y no le digas que es ‘malo’, habla con él y demuéstrale tu cariño. Los padres deben prender a manejar este tipo de situaciones y tratar de reforzar los lazos efectivos entre hermanos.
Has notado que tu hijo le pellizca o le da manotazos a su hermano menor? Esto no lo hace porque no lo ame o porque sea un ‘niño malo’. “A veces los chicos utilizan la agresividad como una forma de llamar la atención de sus padres y también como una herramienta para manejar su frustración, tristeza o miedo. Por eso, papá y mamá deben comprender qué se esconde tras este comportamiento y no recurrir a las sanciones, gritos o golpes para ‘solucionar’ el problema”, indica el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
1. Ayúdalo a identificar sus sentimientos
Habla solo con él. Para ello, ponte a su altura, míralo a los ojos y pregúntale qué siente, qué lo está afectando, por qué se comporta así con su hermanito. No lo interrogues, hazlo pausadamente.
2. Muéstrale tu cariño
Es muy importante que el niño sepa que lo quieres. Todos los días abrázalo, dale un beso, habla con él sobre aquello que le guste, por ejemplo, un programa de televisión o un juego. Él también necesita tu atención.
3. Fomenta la conexión entre hermanos
Fomenta actividades donde tus hijos pueden interactuar juntos. La idea es que tu retoño perciba a su hermano menor como su aliado y no como un oponente. Sé muy prudente con los elogios, ya que podrías provocar celos, envidia o resentimiento entre ellos.
SABÍAS QUE...
Los gritos y golpes solo dañan el vínculo entre padres e hijos y no ayudan al niño a sentirse comprendido ni a entender por qué está mal su conducta.
MÁS INFORMACIÓN:
Ministerio de Salud planea que personas se vacunen en boticas y farmacias
Norma Yarrow denuncia haber sido “hostigada políticamente” por Jorge Montoya
¿'Rondas bolivarianas’ a la vista? El Gobierno arma la norma | Historias nunca contadas