La rosácea, es una enfermedad crónica de la piel que se intensifica con las altas temperaturas y se manifiesta con el enrojecimiento del rostro y la aparición de granitos. Si bien aún no cuenta con una cura, puede ser controlada.
Por eso, Betty Sandoval, dermatóloga de la Clínica Internacional, nos brinda consejos importantes para que la rosácea no empeore con el calor:
- Lávate el rostro con jabón ‘Syndet’ (lo venden en las farmacias) o para bebés. Estos productos no irritan el cutis.
- Utiliza un protector solar recetado por el dermatólogo y reaplícalo cada tres horas.
- Evita las comidas calientes, picantes y muy condimentadas, las bebidas alcohólicas y los tratamientos de belleza agresivos (exfoliaciones, depilaciones).
- Aléjate de las fuentes de calor (hornos, saunas, lugares poco ventilados).
La rosácea no solo afecta físicamente a la persona, sino también psicológicamente pues el 70% que la padece sufre de baja autoestima.