Si tienes continuas discusiones con tu , te irrita todo lo que hace, no están satisfechos sexualmente o no se ponen de acuerdo con los hábitos y costumbres en el hogar, entonces debes pensar en tomar una terapia de pareja.

Existen muchos prejuicios en torno a la ayuda psicológica, pero en realidad son de gran utilidad y no solo cuando el matrimonio está muy deteriorado, sino también cuando recién comienzan los problemas, ya que podrías ponerle punto final antes de que sean graves.

Lo importante es que tanto tú y tu pareja estén convencidos de salvar la relación, pero si la otra parte es reacia a ir al psicólogo hazle ver que aún cuando ambos ponen de su parte para solucionar los problemas estos no desaparecen, explícale cómo te sientes y pídele que te ayude a prevenir más daños.

¿QUÉ ME VAN A PREGUNTAR?

El psicólogo les hará preguntas para que expresen sus sentimientos, los ayudará a reflexionar sobre aquello que les preocupa y les dará consejos para afrontar esas situaciones difíciles.

El objetivo no es encontrar un culpable sino recuperar lo que se ha perdido con el tiempo o que nunca existió: una buena comunicación. El número de terapias puede durar semanas o meses, depende de la disposición de cada pareja. Pueden llevarlas en un consultorio privado o acudir a psicólogos de postas médicas u hospitales públicos.

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