Por: Michael Livia
Para una madre no hay imposibles cuando se trata de sacar adelante a su familia. Gran ejemplo de ello es Nora Tantaleán (47), mamá de seis hijos, quien después del fracaso de su matrimonio, se dedicó a la distribución de cerveza desde Comas a todo Lima Norte, a bordo de su pequeño camión.
¿Cómo surgió la idea de este negocio?Mientras vivía con mi esposo, yo me ‘cachueleaba’ trabajando en eventos. Me encargaba de recoger las botellas, organizar las sillas y otras cositas. De vez en cuando, también atendía en los puestos de venta. Siempre estuve ligada a este negocio.
¿En qué momento decides caminar sola en esto?Cuando me separé de mi esposo. Con seis hijos, la menor de apenas dos meses de nacida, estaba obligada a encontrar la forma de darles lo que necesitaban y educarlos. Con mis ahorros y un préstamo, compré mi camión. Luego, me puse en contacto con las empresas cerveceras y me hice distribuidora.
Hubo bastante competencia…Claro, de todas maneras fue complicado. Yo siempre traté de ofrecer un trato más cordial, de preocuparme por mantener a los clientes satisfechos con su pedido. Así, nos fuimos abriendo camino.
¿Fue una buena decisión emprender en este rubro?Definitivamente que sí. Es una forma de depender de uno mismo. Además, gracias a este trabajo he podido sacar adelante a mis hijos. Cuatro ya están en la universidad y quiero seguir esforzándome para darles el mismo futuro a mis demás hijos, porque todo esto es por ellos.
¿Qué es lo más complicado de distribuir cerveza?El cuidado que se debe tener con los productos. Además, el transporte y la entrega son importantes, porque a veces las botellas se rompen y nos sale caro.
¿Y la seguridad?Si te contara… Ya me han asaltado dos veces, en una hasta me secuestraron. Se llevaron el camión con toda la mercadería y me dejaron a mí y a mi colaborador maniatados en el río. ¡Fue horrible! Desgraciadamente, los asaltos son circunstancias con las que un empresario tiene que lidiar. Ahora tratamos de tomar nuestras precauciones.
¿A qué tipo de eventos sueles llevar tu carga?Por lo general, son conciertos. De salsa, cumbia, folclor y algunos aniversarios de municipalidades. Claro que no solo se trata de llevar las cervezas, también nos encargamos de instalar los puestos de ventas y de llevar sillas, si es necesario.
¿Alguna vez has sufrido discriminación por ser mujer?Al principio, pero pude superarlo rápido. Si discuto, pierdo el tiempo y no gano nada más que enemigos. No hay por qué hacerse líos, las mujeres también podemos con esto.
¿Cuál es tu meta?Que mi negocio continúe. Yo ahora trabajo para mis dos últimos hijos y para mí, porque los mayores ya están realizados. No quiero soltar el acelerador nunca, anhelo que esto siga creciendo. Aunque también está ese temor de que mientras más crecemos, más asaltos sufrimos. Ojalá eso se solucione pronto.