
La primavera, que se inició ayer lunes y finalizará el domingo 21 de diciembre, es una de las cuatro estaciones del año y trae notorios cambios en la naturaleza.
Como transición del invierno al verano en el hemisferio sur (donde está el Perú) viene con modificaciones graduales en el clima, a través de días más largos y mayor brillo solar, así como temperaturas más cálidas.
Con la primavera la flora se desarrolla. Las plantas florecen y crecen otras nuevas, mientras los árboles se vuelven a poblar de hojas verdes. En la sierra la nieve y el hielo se derriten, lo que hace que arroyos y ríos incrementen el volumen de sus aguas.
Respecto de la fauna, los animales que estaban en hibernación -aletargados o dormidos- salen de sus refugios. Es el caso de las ardillas.
Las aves construyen sus nidos y se alistan para la reproducción y la anidación de sus huevos, ello favorecido por las temperaturas que gradualmente se elevan.
En el caso de aves migratorias, ellas regresan desde las zonas frías para aprovechar el calor y la mayor cantidad de alimentos, como frutas y granos.
Esto último también provoca la reproducción de insectos, incluidas las langostas terrestres (Schistocerca interrita y Schistocerca piceifrons peruviana), plaga que de vez en cuando daña a los cultivos.
DATITO
La primavera trae cambios distintos en la naturaleza de la costa, la sierra y la selva del Perú. En la costa los días son más soleados, se reduce la neblina, las temperaturas van subiendo de a pocos y las lloviznas van desapareciendo. En la sierra aparecen las primeras lluvias, al quedar atrás la temporada seca de invierno. En la selva crece la vegetación y los bosques se vuelven más verdes.









