Hace unos meses, llegó mi suegro de la selva para hacerse unos chequeos en la vista porque nos decía que no podía ver bien y que uno de sus ojos le molestaba mucho. El oftámologo dijo que tenía glaucoma, y que lamentablemente una vista ya la había y que la otra necesita con urgencia una operación, pues estaba muy mal. Esta enfermedad es silenciosa y se recomienda ir al médico cada cierto tiempo, pues luego será demasiado tarde.
Conversamos con Cosme Gallardo, médico Oftalmólogo de la clínica Santa Martha del Sur, quien nos explica sobre esta enfermedad y nos da algunas recomendaciones.
1. ¿Qué es el Glaucoma?
El Glaucoma es una enfermedad donde la presión del ojo va dañando lentamente el nervio óptico y termina provocando una ceguera no recuperable.
Los síntomas pueden empezar tan lentos que es posible que no los note, como consecuencia, se produce una pérdida de funcionalidad y el campo visual del paciente va reduciéndose, si la enfermedad no se trata a tiempo.
El glaucoma es una de las principales causas de ceguera para las personas mayores de 60 años.
2. ¿Cuáles son las causas del Glaucoma?
· Hereditarias o genéticas (son la causa más frecuente).
· Traumatismos oculares.
· Infecciones graves del ojo.
· Obstrucción de los vasos sanguíneos del ojo.
· Enfermedades inflamatorias del ojo.
· Complicaciones de cirugía ocular previa (cirugía de cataratas, cirugía del vítreo o retina).
3. ¿Cuál es el tratamiento frente a esta patología?
El tratamiento debe ser realizado por el especialista, con aplicación de gotas oftálmicas y/o realización de tratamientos con láser o quirúrgicos.
Además, se debe realizar con un control de evaluación de la presión del ojo, fondos de ojo, campos visuales y/o tomografías.
4. ¿Cómo lograr prevenir esta enfermedad?
La prevención la deben realizar todas las personas mayores de 40 años, con su visita anual al oftalmólogo y debe ser anticipada y más frecuente en aquellas con antecedentes de familiares de glaucoma, hipertensión ocular, miopía o hipermetropía alta u otras enfermedades oculares, como patologías de córnea, retina, uveítis etc.
Es de suma importancia que se haga el chequeo constante, porque así se puede actuar a tiempo y empezar el tratamiento recomendado por el especialista.
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