Arrancó el negocio junto a su madre, pero desde hace varios años ella está al frente. Foto: Estefany Valladares / Trome.
Arrancó el negocio junto a su madre, pero desde hace varios años ella está al frente. Foto: Estefany Valladares / Trome.

Ángela Muñante Bravo (54) aprendió el buen oficio del bodeguero de sus abuelos, quienes tenían una tiendita en Huancavelica. Y es por eso que en 1994, cuando decide abrir ‘Angela’s Shop’ junto a su madre, en el Cercado de Lima, no le fue tan difícil ajustarse a la dinámica del negocio.

Mira también:

De lo que inició siendo una mesita con un par de abarrotes y gaseosas, ahora es una surtida bodega, librería y bazar. Tiene de todo un poco, lo justo y necesario para que sus clientes se vayan satisfechos.

“Aparte de golosinas y víveres, como estamos ubicados al frente de un colegio, tenemos útiles escolares, fotocopias, impresiones, golosinas. Y para las mamás hay accesorios, joyitas y ropa. Asimismo, hacemos donas, quequitos tipo muffins y café calientito”, revela la emprendedora que también es profesora escolar y periodista.

Además de abarrotes, golosinas y librería, Ángela prepara queques tipo muffins, donas y café. Foto: Estefany Valladares / Trome.
Además de abarrotes, golosinas y librería, Ángela prepara queques tipo muffins, donas y café. Foto: Estefany Valladares / Trome.

LOS CLIENTES SON AMIGOS

“Siempre digo que la atención es pieza clave para el éxito de una bodega. Tienes que ponerte en el lugar del cliente, sonreír, dar soluciones, pero sobre todo tratarlos con cariño. En mi tienda siempre hay amabilidad y respeto”, dice.

Además, menciona un truquito que le ha traído suerte en estos 30 años al frente del negocio. “Un secretito que tengo es valorar y engreír al primer cliente que llega apenas abro la tienda. Esa primera venta se premia para que el resto del día vaya bien”, se ríe.

TECNOLOGÍA

Uno de los aspectos positivos que le trajo la pandemia fue aprender a usar las redes sociales y lanzar su servicio de ventas por WhatsApp. De hecho, gracias a sus transmisiones en vivo por TikTok y Facebook ha logrado fidelizar a más clientes y aumentar sus ventas.

“Al inicio, claro que me costó estar frente a la cámara, pero ahora yo misma soy, ja, ja, ja. Mi tienda cierra a las 6 de la tarde, pero a partir de esa hora atiendo por WhatsApp. Hacen el pedido, organizo y pasan a recoger su paquete. Aprendimos eso en la pandemia y lo continuamos haciendo. Creo que otro de mis tips sería que como bodegueras siempre busquen capacitarse. La Asociación de Bodegueros del Perú tiene talleres gratuitos virtuales”, agrega Ángela.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC