
Desde los cinco años, Priscila Espinoza sabía que quería ser actriz; sin embargo, no fue hasta los 21 que se atrevió a dejarlo todo y mudarse a Lima para perseguir sus sueños. Trujillana de corazón, pero también apasionada, graciosa y ocurrente, hoy comparte cómo fueron sus inicios en la televisión, su mirada del amor y lo que ocurre más allá de la pantalla.
¿Recuerdas tu primer papel en televisión?
Sí, fue en ‘Ven, baila, quinceañera’. Iba a ser un personaje para unos cuantos capítulos, pero al final terminé quedándome dos temporadas.
¿Te has identificado con alguno de tus personajes?
Creo que todos tienen algo de mí, pero mencionaría a María Gracia, de ‘Pituca sin lucas’, porque mi vida también dio un giro de 180 grados cuando decidí ser actriz.
¿De dónde sacas inspiración?
Me gusta salir a la calle y observar. También encuentro mucha inspiración en los libros; ahí la imaginación trabaja al 100 %.

¿Cuál es tu libro favorito?
‘La edad de la inocencia’, de Edith Wharton. Es una novela que me marcó.
¿Tu plan perfecto para un día libre?
Levantarme tarde, no hacer ejercicio, desayunar en la cama y por la noche juntarme con mi novio, Nicola, y compartir una botella de vino mientras escuchamos música.
¿Lo primero que haces al despertar?
Pongo perfume en toda la casa para empezar bien el día. Después vuelvo a la cama y me quedo viendo TikTok.
¿Qué le dirías a tu yo de 10 años?
Que siga hablando sola frente al espejo. Eso fue lo que más me preparó para los castings. Jugaba que ganaba un Oscar o que estaba en una telenovela.
¿Una tradición familiar que te encante?
En mi familia todas las mujeres cocinamos muy rico y ese es nuestro lenguaje del amor. Cuando lo hacemos, sentimos que nos reconectamos.

¿Un recuerdo familiar que te hace sonreír al instante?
Ir a la panadería de la mano de mi abuela, viendo cómo las flores secas caían al suelo y bailaban con el viento en una cochera de Trujillo. Es un recuerdo muy simple, pero lleno de magia.
¿Crees en el amor a primera vista?
Sí, aunque creo que lo que realmente te enamora es la energía, esa conexión intensa que sientes con alguien desde el primer momento.
¿Lo más ‘loco’ que has hecho por amor?
En una relación pasada estuve a punto de dejar la actuación para irme a vivir a otro país con mi entonces pareja. Felizmente no lo hice porque la relación terminó y, automáticamente, empezaron a llegar muchas oportunidades laborales.
¿Qué proyectos se vienen?
Me apasiona enseñar, así que estoy lanzando unos talleres hermosos para niños y adolescentes con Arte y Escena, a partir de octubre. También quiero dedicarme más a las redes sociales.
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