Estamos a días de la Navidad y Año Nuevo, y con estas fiestas llegan los fuegos artificiales que afectan tanto a nuestras mascotitas. En definitiva, no podremos evitarlos; sin embargo, lo que sí podemos hacer es ver la manera de que no sufran demasiado.
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Sandra Castelblanco, médico veterinario de Gabrica, explica que lo ideal es ir preparando a nuestra mascota, como mínimo, una semana antes. “Debemos mantener su vida normal para que no se estrese por los cambios. Además, podemos incluir algunas cosas para que pueda hacer frente a los ruidos de los cohetones”, detalla.
Ante esto nos brinda algunas recomendaciones:
- Esencias de flores de Bach. Se puede echar unas gotas en su agua o también rociar un poco en su ambiente para relajarlo.
- Música. En las listas de reproducción de Spotify y en YouTube hay canciones de relajación para perros. Esto los ayudará a mantener la calma.
- Paseos más largos. No aumentes la cantidad, solo haz que duren quince minutos más.
- Juegos. Hacerlos estimulará la liberación de serotonina y tu perrito estará feliz.
- Prepara un lugar de refugio. En su camita coloca una mantita o un peluche para que se pueda sentir protegido cuando empiecen los sonidos fuertes.
- Cierra las ventanas. Esto minimizará el ruido.
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Recuerda que cuando estallen los cohetones no abraces ni sobreprotejas a tu mascota porque reforzarás su actitud de miedo y ansiedad. Acompáñala y distráela, pero sin cargarla.
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Muchos dueños evitamos darle huesos a nuestros perros porque sabemos que son peligrosos y pueden dañar su salud. Sin embargo, no hay que olvidar que estos animalitos son carnívoros por naturaleza y tienen una dentición preparada para roer piezas óseas muy duras y sin riesgo.
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La adiestradora canina, Mercé García, advierte que los huesos cocidos son peligrosos, ya que pueden causar perforación intestinal, estreñimiento, heces con sangre o alguna obstrucción.
“Lo ideal es darle huesos crudos, pues aportan calcio, fósforo y minerales. Además, a los perros les encanta por su sabor y se entretienen masticándolo por horas. Hay que tener claro que su consumo recomendado es una vez a la semana”, aclara.
Deben ser grandes, según el tamaño del can, y en formas redondeadas para evitar que se rompan. En este grupo, clasificado como huesos recreativos, están el hueso de la rodilla, el codo, el fémur y la cadera de la res, así como costillas enteras de ternera.
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Entre los huesos comestibles y fáciles de digerir están: el cuello de pollo, pavo y cordero. También alitas de pollo picadas, pata de pollo y cartílago de la pechuga del pollo.
“Debes supervisarlo mientras come para poder actuar con rapidez ante cualquier eventualidad. También es importante que los huesos sean frescos y de calidad. La dieta BARF incluye huesos crudos para los perros y otro tipo de alimentos que no son procesados”, agrega.