Sobre este tema se ha hablado en muchas ocasiones, y cada vez más psicólogos y educadores advierten las consecuencias negativas de establecer una relación de amigos entre padres e hijos.
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En general indican que el modelo del padre o madre amigos crea una distorsión en el vínculo con el hijo, lo cual acarrea efectos adversos en el desarrollo del menor: confusión con las figuras de autoridad, dificultades en la adaptación al grupo y un bajo nivel de madurez emocional.
Cuando los padres deciden ser los mejores amigos de sus hijos les hacen mucho daño. Las intenciones puede que sean buenas, pero los resultados no serán los esperados.
Madre ejerce autoridad. Foto: ¡Stock.
Al contrario, esa forma de crianza horizontal (entre iguales) lleva a una falta de límites, pérdida de la imagen de autoridad y no hay respeto por nada ni por nadie.
De adultos serán personas que rompan las normas o las manipulen en provecho propio.
¿Qué necesitan los chicos?
Un hijo necesita que su padre sea vertical al establecer las obligaciones de la casa, y, al mismo tiempo, requiere un padre que baje de su sitial sin perder su rol de guía para acercarse a sus temores y preocupaciones.
Los padres deben evitar ponerse al mismo nivel de sus hijos, ya que es necesario establecer límites para forjar una figura de autoridad que genere respeto y obediencia.
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