
Amas a tu engreído de cuatro patas, ¿pero a veces te da dolores de cabeza? Entender su comportamiento ayudará a fortalecer el vínculo entre ambos. Una de las conductas más habituales es revolcarse en el pasto, la tierra o incluso en la basura.
¿Por qué lo hace? Expertos explican que es un comportamiento natural que puede tener distintos motivos:
Olor atractivo. Cuanto más desagradable es el olor, más interesante les resulta. Los perros exploran el mundo con el olfato y los aromas intensos contienen mucha información para ellos.
Marcar territorio. Además de orinar, pueden frotar su cuerpo en el suelo para dejar su olor y mandar un mensaje a otros animales.
Picazón. Para ellos, el pasto es como un gran rascador. Si tienen alguna picazón y no llegan con sus patas, recurrirán a este comportamiento.
Placer y diversión. Muchos disfrutan la sensación y aprovechan para liberar energía o llamar la atención de las personas a su alrededor.

Cuando un perro se revuelca en superficies desagradables, lo recomendable es interrumpir la acción mediante un llamado o jalando de su correa para alejarlo del lugar.
Este comportamiento es parte de la naturaleza canina y, siempre que no exista indicación médica y el entorno sea seguro, puede permitirse que el perro lo realice.










