A veces los padres no les ponen límites a sus hijos y se justifican diciendo que ‘cuando crezcan más’ lo harán. Están equivocados. Es necesario establecer límites desde la primera infancia. “Un niño que conoce los límites se relacionará mejor con los demás y sabrá que ciertas conductas, como los berrinches y el uso de malas palabras, traerán consecuencias. Esto no lo aprenderán de un día para otro, es un proceso en el cual los papitos tienen un rol importantísimo. Mientras más temprano empiecen, será mejor”, sostiene el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.
¿Cómo establecer estos límites en casa?
No hay una fórmula mágica que te diga qué hacer, dependerá de cada familia. Los siguientes consejos pueden ayudarte:
1. Imparte disciplina con amor y respeto. Habla con tu hijo y explícale con palabras sencillas cuáles son los límites que debe respetar. Por ejemplo, puedes decirle: ‘Pepito, cuando pidas algo no lo hagas gritando’. Asegúrate de cumplirlo también. Él seguirá tu ejemplo.
2. Dale órdenes de forma positiva. En vez de decirle: ‘Luchito, ¡recoge los platos, ahora! ¡¡Ahora!!’, cámbialo por: ‘Luchito, recoge los platos, por favor’ ¡No demores porque pueden venir las moscas!’.
3. Controla tu enojo. Si no te hace caso, respira profundo y dile que su actitud no es la adecuada. Si no entiende, mándalo a su cuarto para que reflexione sobre sus acciones.