Los colores tienen vibraciones que influyen en tu estado de ánimo. Diversas disciplinas, como el Feng Shui, lo consideran así y por eso especialistas aconsejan elegir los matices adecuados de acuerdo a las características de cada espacio de tu casa sin dejar de tomar en cuenta la tendencia:
Blanco: Es el color de la pureza y transmite neutralidad y limpieza. Este tono ofrece amplitud para las habitaciones pequeñas y combina bien con los colores pastel. Úsalo en salas o pasadizos.
sNegro: Representa el misterio. Puedes emplearlo en lugares amplios y combinarlo con accesorios de colores vivos para tener un ambiente más sofisticado. Empléalo en dormitorios o salas de reunión.
Verde tropical: Es el color ideal para los interiores, porque ayudará a que los espacios transmitan equilibrio y serenidad. Es adecuado para dormitorios, salas de estar, cuartos de baño, habitaciones de niños pequeños o lugares donde haya que generar ideas.
Azul cielo y mar: Tiende a hacer que los ambientes se perciban más grandes y frescos. Es un color sedante, además favorece el descanso y la concentración. Úsalo en el dormitorio o áreas de reposo.
Amarillos: Brindan alegría y optimismo a la casa. Son ideales para las cocinas. Algunas tonalidades como el mostaza aportan un estilo vintage, el cual se puede incluir como alternativa para la cocina o los pasillos.