La vacuna contra la tos de perrera se debe colocar cada seis meses y en especial a los perros ancianos, y también a los que son ñatos como: bulldog, pekinés, Boston terrier, pug, shar pei y bóxer. Aunque no es obligatoria, sí es necesaria. No es dolorosa porque solo son unas gotas que se aplican en la nariz.
Tener un perrito es una gran responsabilidad, no solo por la atención y aseo que necesita, sino también porque debemos estar pendientes de sus vacunas para que crezcan sanos y vivan muchos años.
La médico veterinario, Pierina Grados, explica que la primera vacuna, contra el parvovirus y la distemper, debe ser aplicada a los 45 días de nacido. Tu cachorro no debe salir a pasear hasta que tenga puesta la vacuna séxtuple. “Las vacunas son importantes para que el perro no se enferme y menos que muera, pero también para que los dueños no tengan que gastar en tratamientos de salud”, añade.
La experta, igualmente, señala que luego de la primera vacuna, cada 15 días, se le deben aplicar: una cuádruple, dos quíntuples y una séxtuple que incluye parvovirus, distemper, parainfluenza, leptospira, hepatitis y rabia.
“La vacuna de la leptospira se debe poner cada seis meses y la séxtuple se debe repetir una vez al año; ambas deben ser colocadas durante toda la vida del animalito. Debes tener siempre a la mano su cartilla de vacunación para que no le apliques una doble dosis”, enfatiza.