Te vas a trabajar y cuando vas a cerrar la puerta tu perro empieza a llorar (aullar o ladrar mucho), esta escena se repite en decenas de casas. Es normal que te parta el corazón dejarlo así, basta con mirar sus ojos tristes y sus orejitas caídas.
¡Para de sufrir! Aquí te daremos algunos consejos para que logres sobrellevar esta situación y ayudes a tu mascota a no depender tanto de ti, así podrá quedarse unas horas sola en casa. La clave está en educarlo desde muy pequeño, pero si ya es un adulto aún puedes reeducarlo.
Déjale sus juguetes favoritos
Identifica qué juguetes son del agrado de tu mascota y déjalos por donde mayormente camina. Cuando los vea, los cogerá y se entretendrá con ellos. Por lo general, son objetos que puede morder.
No te despidas ni lo saludes
Cuando te vayas, no le digas: ‘chau, puppy’ o ‘ya vuelvo, morita’. Esto en vez de alegrarlos les genera ansiedad. Sal sin hacer tanto escándalo y cuando regreses, no lo saludes inmediatamente. Espera unos minutos. Suena triste pero deberás hacerlo por el bien de tu mascota.
No lo consientas demasiado
Si lo engríes mucho, se acostumbra, y hace de todo para conseguir tu atención, lo que se agrava cuando debes dejarlo solo en tu hogar y salir. Deja que pase tiempo solo, así estés tú en casa. Cuando quiera estar a tu lado, mándalo a su cama a jugar en el patio.
Entra y sal de casa como ejercicio
Coge tu bolso o mochila, las llaves y sal unos segundos. Haz esto un par de veces al día, ayudará a reducir la ansiedad de tu perro, además entenderá que el sonido de las llaves o el gesto de agarrar la mochila no siempre significan que te irás por varias horas.
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