Es normal que tras dar a luz quedes ‘llenita’, tu piel estuvo estirada todo el período de gestación. Pero si tu pequeñito ya tiene más de dos meses de nacido y tú continúas con esos kilos de más, debes modificar algunos hábitos alimenticios y de vida.
Aquí te daremos algunos consejos prácticos que te ayudarán a lograr tu meta. Cuidado con las famosas ‘dietas milagrosas’. Si quieres llevar un régimen alimenticio específico para adelgazamiento, visita al nutricionista para que te diga cuál es el que mejor se acomoda a tus necesidades. Manos a la obra
1. Mantén tus cinco comidas diarias, tres principales (desayuno, almuerzo y cena) y dos aperitivos (media mañana y media tarde). Esto mantendrá tu metabolismo activo y tendrás energía para realizar tus actividades con normalidad.
2. No te saltes ninguna comida y o te embutas en la cena. Come con moderación e incluya muchas frutas y verduras de todos los colores.
3. No olvides tomar dos litros de agua al día, su ingesta acelera el metabolismo en un 30%, es decir, tu cuerpo quemará calorías más rápido al beber agua.
4. Descansa al menos 6 horas. El sueño te ayuda a balancear los niveles de las hormonas que causan el apetito, según un estudio de la Universidad de Stanford. Básicamente la investigación concluye que a menor sueño, mayor apetito.
5. Realiza alguna actividad física. En este caso, pregúntale –y no es una mera recomendación, es importante hacerla- a tu médico si ya puedes hacer ejercicios. Luego del parto, dependiendo si es natural o cesárea, hay ciertos movimientos que no puedes realizar. Buena lactancia
Sabías que al amamantar a tu bebé utilizas entre 300 y 500 calorías más que una mujer que no lo hace. La lactancia te ayudará a mantener a tu hijito saludable y a bajar de peso. ¡Qué más puedes pedir!
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