¡Papá todoterreno! Así es Óscar Revoredo Rodríguez (46). Fue mecánico, mesero, payaso, ventrílocuo y desde hace diez años es imitador del recordado ‘Doctor Chapatín’, del genial Roberto Gómez Bolaños, para sacar adelante a sus hijas.
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Óscar, ¿siempre quisiste dedicarte al humor?
Cuando salí del colegio quería estudiar actuación, pero la vida me llevó a ser payasito. También he trabajado arreglando motores en un taller mecánico y de mesero en un restaurante.
Todo un recursero...
Hay que hacer lo que sea para sacar adelante a la familia.
¿Y desde cuándo caracterizas al ‘Doctor Chapatín’?
Desde hace 10 años, aproximadamente. Pero soy payaso desde hace 27. Además de imitar, también hago ventriloquía con mi marioneta ‘Toñín’, al que he bautizado como el nieto del ‘Doctor Chapatín’.
¿Cómo nace la idea de imitar al personaje?
Una cliente me preguntó si también hacía al ‘Doctor Chapatín’, porque iba a celebrar los 15 años de su hijito con habilidades diferentes y era fanático del personaje. Le dije ‘por supuesto’, pero realmente nunca lo había hecho, ja, ja, ja.
Es payasito desde hace 27 años. Foto: Allengino Quintana.
Te aventuraste...
Claro y de verdad que fue fácil. Me fui a la ‘Cachina’ compré una peluca blanca, chalina, el saco, el bastón, todos los implementos. Salió muy bien. Y desde ahí no he parado. Hago shows de cumpleaños, baby showers y, cuando hay partido de Perú, voy a los alrededores del estadio a vender camisetas vestido de Chapatín. Dicen que soy igualito y se toman fotos conmigo.
¿Cuánto te demoró perfeccionarlo?
Dos a tres meses. Digo las frases clásicas como ‘Es que me da cosa’, ‘¿Insinúa que soy viejo?’, ‘En mi bolsa traigo queles... qué les importa’ o ‘Un poquito de jarabe de bisbiruliparangaricutirimicuarodol’.
¿Alguna anécdota en tus shows?
Una cumpleañera se desmayó al verme. No podía creer que éramos tan igualitos. Era superfan de Chespirito.
Imagino que tú también eres recontrafan de Chespirito…
Para qué te digo que no si sí, ja, ja, ja. Soy chavolover, chapulinlover, chapatinlover y chespiritolover. Yo crecí viendo sus programas. Y ahora imitar al personaje que admiraba de niño es un sueño cumplido.
Ha trabajado como mécanico, mesero y desde hace dos décadas es artista. Foto: Allengino Quintana.
¿Tus hijas han heredado tu talento artístico?
Claro que sí. Yo tengo tres hijas, dos de sangre y la otra de corazón. Aman bailar y las cámaras. Fui papá viudo por dos años, pero este 2024 volví a enamorarme y ahora tenemos una familia ensamblada de cinco.
¿Cómo enfrentaste esa pérdida?
La muerte de mi esposa fue muy doloroso. Falleció de cáncer de útero, solo le dieron tres meses. No sabía qué hacer, estaba desesperado. Esos dos años sobreviví por mis hijas. Ellas son mi motor y motivo. También recibí apoyo de la familia y lo agradezco infinitamente.
Y como dicen, el show debe continuar…
Así es. Muchas veces he tenido que sonreír, hacer reír a la gente, actuar en los shows y por dentro me estaba muriendo de dolor.
¿Cómo van a celebrar este Día del padre?
En familia, con mucho amor y trabajando. Ser papá es muy difícil, pero si crías a los hijos en amor y valores todo se hace más sencillo. Lo demás no importa.
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