Aún faltan varios días para la Navidad, pero Papá Noel ya llegó a Lima, exactamente, al parque Loma Amarilla en Surco, donde cautivó a las personas con sus ocurrencias e incluso se tomó fotos con ellas. Se trata de Paul Suárez Gamarra, un payasito de 40 años que dejó de lado su tradicional maquillaje para convertirse en el viejito bonachón y panzón que todos los niños esperan a la medianoche. Este ‘Santa’ se diferencia por su traje, el cual fue confeccionado con tela andina.
¿Cómo nace esta versión peruana de Papá Noel?
Trabajo más de veinte años como payaso y todos los años ayudaba a mis amigos que aprovechan estas fechas para convertirse en Papá Noel. Los apoyaba, pero no me animaba a ponerme en la piel de este personaje, hasta que agarré valentía e hice mi propia versión.
¿Por qué no te animabas?
Mido solo 1.62, Papá Noel es más alto y tiene ojos azules. Por eso me frenaba hacer este personaje, aunque ambos somos gorditos, jo, jo, jo. Yo diría que soy un Papá Noel cholo y atípico. Mis padres son de Huacho y Huánuco.
¿Qué tan gordito eres?
Paso los noventa kilos. Nunca fui flaco, en una época llegué a pesar más de cien kilos porque tomaba mucha gaseosa. Soy un Papá Noel al que le gusta comer ceviche, cuy, tomar chicha morada y emoliente.
¿Tus zapatos te hacen ver más alto?
Sí, tienen su truquito, jo, jo, jo. Con mis botas me veo tres centímetros más alto.
Has invertido en tu traje…
Las telas andinas son económicas, lo más caro son la barba y los zapatos.
También te maquillas…
Sí, me hago arruguitas con el delineador marrón.
Al fin le diste vida a este personaje, ¿qué sientes?
¡Felicidad! Es increíble porque como payaso tengo que hacer muchas cosas para que la gente se ría, pero con el Papá Noel es más sencillo. Tiene una magia única.
Cuéntame de tu show…
Hago espectáculos virtuales, también presenciales con juegos, cuentos y magia. Además, visito diferentes casas llevando regalos.
Debe ser emocionante para los niños recibir sus regalos de Papá Noel…
Ver la reacción del niño hace que me sienta, no sé, como un Spider-Man, un superhéroe. Cuando hago las visitas me quedo con los pequeños media hora, les leo un cuento y por supuesto les entrego su regalo y nos tomamos fotos.
¿El mismo 24 de diciembre has hecho entregas?
Sí, una vez me pasó que tuve que trabajar un 24 a la medianoche. Recuerdo que me esperaban en esa casa dos hermanitos. Se emocionaron mucho al verme.