Hace unos días, un ‘ampay’ puso al descubierto la infidelidad del futbolista peruano Paolo Hurtado, quien sale en las imágenes del programa Magaly Tv paseando junto a en el Cusco. Muchos se enfocaron en el sufrimiento de la pareja, pero esta situación también tiene un impacto negativo en los hijos, y la intensidad dependerá de su edad y nivel de comprensión.

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“Los pequeños pueden sentirse confundidos, traicionados, abandonados y heridos emocionalmente cuando descubren que uno de sus padres ha sido infiel. Esto también genera en ellos enojo, ansiedad, vergüenza y hasta culpa porque pensarán que hicieron algo malo para que el progenitor busque otra pareja”, manifestó el psicólogo y psicoterapeuta Walter Hinojosa.

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¿Qué deben hacer los padres en este caso?

CALMA. Traten de mantenerse lo más tranquilos posible alrededor de su hijo y eviten tener discusiones tensas o dramáticas frente a él. Los niños son muy intuitivos y pueden sentir la tensión en el ambiente.

DIÁLOGO. Es importante que hablen con sus hijos de manera honesta y abierta sobre la infidelidad, pero sin involucrarlos en el conflicto. Si no saben cómo hacerlo, busquen ayuda profesional para que los guíe y puedan mantener al margen a los pequeños.

TIEMPO. Es importante que permitas que tu hijo procese sus emociones y tenga tiempo para hacer preguntas o hablar sobre lo que está sucediendo. Ofrécele un espacio seguro y de escucha activa en el que pueda expresar sus sentimientos.

AFECTO. Ambos padres deben darle cariño y amor a los hijos, sin importar el odio o resentimiento que tengan como pareja debido a la infidelidad. Los hijos no tienen la culpa de las acciones de sus padres, en esta situación ellos necesitan mucha comprensión y atención.

SIN DISCUSIONES. Eviten pelear o discutir sobre la infidelidad frente a los chicos, eso solo dañan su salud emocional. Piensen más en los pequeños, son padres antes que pareja.

RECUERDEN...

En los niños más pequeños, la infidelidad puede afectar su capacidad para confiar en los demás y establecer vínculos emocionales seguros en el futuro. Por eso, hay que velar por el bienestar de los hijos pese a todo.

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