Cada vez se reportan más casos de perros envenenados en Lima. Foto: composición/Istock
Cada vez se reportan más casos de perros envenenados en Lima. Foto: composición/Istock

He visto con preocupación cómo aumentan las denuncias por envenenamiento de perros en Lima. Algunos no logran sobrevivir. Cada historia duele, porque detrás hay familias enteras destrozadas.

Mira también:

Lima se ha convertido en una ciudad peligrosa para ellos, no por el tránsito ni por el calor, sino por la crueldad de algunos que dejan veneno en parques y calles.

El envenenamiento no es un accidente, es un acto cobarde. Muchos perros mueren por comer trozos de carne con veneno o pan mezclado con químicos. El daño no solo es físico, sino también emocional. La desconfianza crece entre los vecinos y el miedo cambia la rutina de quienes salen cada día a pasear con su mascota.

Cuidemos más los espacios públicos, denunciemos y exijamos respeto por la vida animal. Nadie debería temer salir a caminar con su perro. Un país que no protege a sus animales, tampoco protege a su humanidad. El cambio empieza por cada uno de nosotros, desde la empatía y la vigilancia.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC