Perro rascándose la oreja, claro síntoma de otitis. Foto:  composición/Istock
Perro rascándose la oreja, claro síntoma de otitis. Foto:  composición/Istock

“Mi perro se rasca la oreja desde chico, doctor… ya es parte de él”. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso? Lo que parece una costumbre, puede ser una señal de alerta: la otitis es una inflamación del oído que puede doler, picar, infectarse y afectar la calidad de vida de tu mascota.

¿Las causas? Humedad acumulada, alergia, objetos extraños, exceso de cera, ácaros, bacterias o genética. Hay razas que tienen orejas largas o cerradas, ventilan mal el oído y están más expuestas.

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¿Cómo lo notas? Sacudidas constantes, mal olor, secreción, enrojecimiento o tu perro inclina la cabeza hacia un lado.

Perro rascándose la oreja, claro síntoma de otitis. Foto:  composición/Istock
Perro rascándose la oreja, claro síntoma de otitis. Foto:  composición/Istock

¿Y cómo se trata? Con diagnóstico: no todas las otitis son iguales, es clave revisar el oído por dentro y hacer una citología. Luego, según la causa, se indicarán gotas, antibióticos, antifúngicos o limpieza profesional. No hay que dejarlo pasar, una otitis mal cuidada puede volverse crónica o requerir cirugía.

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