POR: MARIELA CELIS
En esta Navidad es probable que tu niño sueñe con recibir un perro a medianoche, pero antes de concederle ese deseo, ten en cuenta todo lo que ello supone, ya que no es un juguete, sino un ser vivo del que todos en casa deben hacerse responsables, no solo el menor.
Sonia Aranguren, directora de ‘Animalistas sin Fronteras’, indica que un perro tiene un sistema digestivo, respiratorio y nervioso, que lo hace único y por lo que no puede ser catalogado como un regalo más.
“Es natural que un niño no lo entienda así debido a su corta edad, por eso es importante que los padres le enseñen que un perro jamás se regala, más bien se adopta. Es decir, se le otorga una oportunidad para que tenga una mejor vida al lado de la familia y todos en casa sean testigos del cambio físico y de conducta de ese nuevo miembro de la familia”, señala.
Una buena idea es acercar al hijo a un albergue de animales. Al ver de cerca esa realidad, podríamos darnos cuenta si el niño se sentirá más comprometido o no a cuidar a la mascota.
SABÍAS QUE...
A partir de los seis años se le puede complacer al pequeño con un perro, ya que es capaz de ir comprendiendo las necesidades de la mascota.
NADA DE SORPRESAS
Antes de llevar un animal a casa, conversa previamente con la familia. Si todos están de acuerdo en que el perro será bien recibido y atendido (sus paseos, horarios de comida y aseo) entonces procede.