El hueso del pavo o del pollo cocido puede astillarse fácilmente y causar asfixia, perforaciones intestinales o hemorragias. Foto: Istock
El hueso del pavo o del pollo cocido puede astillarse fácilmente y causar asfixia, perforaciones intestinales o hemorragias. Foto: Istock

Durante la , muchas mascotas rondan la mesa atraídas por los olores y reciben sobras como ‘premio’. Sin embargo, este hábito puede poner en riesgo su salud. Alimentos típicos como pavo o cerdo condimentados, rellenos, salsas, panetón y postres contienen altos niveles de grasa, sal, azúcar y especias que perros y gatos no pueden procesar.

Mira también:

El organismo de las mascotas es muy distinto al nuestro. Un plato típico de Navidad para las personas puede provocar vómitos, diarreas, pancreatitis o incluso intoxicaciones”, advierte el veterinario Anghelo Centeno.

El hueso del pavo o del pollo cocido puede astillarse fácilmente y causar asfixia, perforaciones intestinales o hemorragias. Foto: Istock
El hueso del pavo o del pollo cocido puede astillarse fácilmente y causar asfixia, perforaciones intestinales o hemorragias. Foto: Istock

Para prevenir que coman estos alimentos, recomienda no dejar platos ni fuentes al alcance del can, cerrar bien las bolsas de basura y pedir a familiares y visitas que no los alimenten ‘por pena’.

Centeno aconseja darles pequeños trozos de pollo o pavo sancochado, sin sal ni condimentos, y verduras como zanahoria o zapallo cocidos, o snacks especiales para mascotas. “Ellos también pueden celebrar, pero con comida adecuada. Prevenir es una forma de cuidado”, afirma.

TE VA A INTERESAR:

tags relacionadas

Contenido sugerido

Contenido GEC