
No solo Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura, escribió apasionadas cartas de amor como las que dedicó a la socialité Isabel Preysler. Otros grandes escritores expresaron así sus sentimientos.
Juan Rulfo (1917-1986) a Clara Aparicio
“He aprendido a decir tu nombre mientras duermo. Lo he aprendido a decir entre la noche iluminada (…) y el viento lo ha llevado hasta los montes”.

Julio Cortázar (1914-1984) a Edith Aron
“Pienso en el gusto de volverla a encontrar, y al mismo tiempo tengo un poco de miedo de que usted esté ya muy cambiada, (…) de que no le divierta la posibilidad de verme”.

Jorge Luis Borges (1899-1986) a Elsa Astete
“Los días y noches de soledad que me abruman no solo son muy tristes para mí; son de algún modo irreales también, porque usted, Elsa, no está en ellos”.

James Joyce (1882-1941) a Nora Barnacle
“Tú eres mi amor (…). Me gustaría que mi vida transcurriera a tu lado, hasta que nos convirtamos en un mismo ser que morirá cuando llegue el momento”.

Gustave Flaubert (1821-1880) a Louise Colet
“Cuando seas vieja, quiero que te acuerdes de esas pocas horas, quiero que tus huesos secos se estremezcan con alegría cuando pienses en ello”.

Víctor Hugo (1802-1885) a Adele Hugo
“Me parece que lo que siento no es terrenal. Todavía no logro comprender este cielo sin nubes. Toda mi alma es tuya”.

DATITO
Otros premios Nobel de Literatura redactaron cartas de amor memorables.
Ernest Hemingway (1899-1961) escribió a Mary Welsh que “te extraño tanto que podría morir”; mientras Pablo Neruda (1904-1973) a Matilde Urrutia: “Hay algo más importante que tú y que yo, somos tú y yo. Juntos somos lo que la pobre gente no alcanza jamás, el cielo en la Tierra”.










