
En la antigüedad, los hombres no podrían decir con seguridad qué calor o frío hacía. Probablemente habría constantes disputas cuando una persona decía que hacía mucho calor y otra manifestaba que no era para tanto, y que ella se sentía muy a gusto.
Hoy no hace falta confiar en las propias sensaciones.
Un pequeño e imparcial instrumento marca con exactitud el calor o el frío que en realidad está haciendo. Hablamos del termómetro, de dos vocablos griegos que significan ‘medidor del calor’.
El termómetro es un desarrollo que se atribuye a varios científicos, no a un solo inventor, con avances significativos realizados por Galileo Galilei, Santorre Santorio y más tarde por Daniel Fahrenheit, quien murió un día como hoy de 1736, hace 289 años.

El primer termómetro para medir la temperatura, llamado termoscopio, fue creado en 1592 por el sabio italiano Galileo Galilei, pero fue Santorre Santorio quien, en 1612, le dio un uso médico al añadir una graduación a través de un líquido sellado dentro del tubo, permitiendo la medición de la temperatura corporal.
En 1724, Daniel Fahrenheit, físico, ingeniero y soplador de vidrio alemán, inventó el termómetro de mercurio, que, pese al peligro que representa este metal pesado, aún se usa en algunos países del mundo.
Se dice que el termómetro de Fahrenheit es uno de los más prácticos y exactos, que permite medir temperaturas más altas. Además, el inventor desarrolló la escala de temperatura que lleva su nombre.

DATITO
La escala Fahrenheit (°F) fue propuesta por el mismo Fahrenheit en 1724. En esta escala, el punto de congelación del agua se establece en 32°F (0°C) y el punto de ebullición en 212°F, que equivale a 100°C.
Aunque es menos común a nivel global, la escala Fahrenheit es predominantemente utilizada en los Estados Unidos para medir temperaturas en la vida cotidiana, en meteorología y en la industria. En esta parte del continente, incluido el Perú, usamos grados Celsius °C.









