El mundial de Qatar 2022 está cada vez más cerca y con ello una nueva ola de apuestas deportivas, en particular aquellas que se realizan de manera virtual. Ante ello, existe el riesgo de que estas plataformas, por estar al alcance de cualquier persona, incentiven a que cada vez más jóvenes ingresen a este mundo, convirtiéndose no solo en un juego de azar, sino en una potencial adicción denominada ludopatía, recordó Karina Otoya, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.
Más información Para la historia: las seis juezas que FIFA nombró para el Mundial Qatar 2022 | FOTO
La ludopatía es un trastorno psicológico que se caracteriza por la adicción patológica a los juegos de azar, donde se altera el comportamiento del jugador haciendo que sea incapaz de controlar la necesidad de apostar. Al respecto, es importante recalcar que, durante la pandemia, la imposibilidad de asistir presencialmente a casas de apuestas generó una tendencia creciente a las apuestas digitales.
Por ejemplo, en el 2020 más de 5 millones de peruanos buscaron participar en apuestas deportivas online, mientras que para este año la tendencia se eleva a 6 millones, según un estudio de Attach, consultora en negocios digitales. En cuanto a ejemplos internacionales tenemos a España, en ese país 1 de cada 10 adolescentes de ese país realiza apuestas por internet, según el Ministerio de Sanidad español.
La especialista recomienda tener en cuenta tres síntomas prominentes en jóvenes que podrían presentar este trastorno y cómo abordarlos.
- Excesivo consumo de información deportiva. El joven invierte demasiado tiempo en leer noticias, resultados deportivos y desempeño de jugadores, con una alta preocupación sobre cómo ganar más dinero con las apuestas, buscando sponsors o prestamistas. Además, se aprecia que maneja estadísticas, calcula probabilidades, cruza información y se actualiza antes de cada apuesta.
- Búsqueda de adrenalina y novedad constantemente. Una característica principal de alguien con ludopatía es que suele ser apasionado con lo que hace y lo canaliza buscando continuamente resultados a su favor mediante las apuestas. Son personas que requieren una satisfacción inmediata de estos deseos y sienten necesidades de apostar sumas de dinero cada vez más altas para lograr la misma emoción.
- Interrumpe sus actividades habituales por el juego. Aspectos de su vida cotidiana como los estudios y el trabajo son desplazados por el juego, poniendo en riesgo sus esfuerzos y atención. Esto se vuelve un ciclo interminable, que podría generar sentimientos de depresión, ansiedad y una baja autoestima.
- Imposibilidad de controlar lo que se apuesta. Otro de los signos que predomina en los jóvenes con ludopatía es que no pueden controlar la cantidad de dinero que apuestan y tampoco pueden parar el juego. Inclusive, se proponen no apostar más, disminuir lo que invierten (dinero o tiempo) pero usualmente fallan en sus promesas.
¿Qué hacer?
Si un padre, madre o familiar detecta alguna de estas características, es fundamental contar con una evaluación psicológica, saber la cronicidad de este síntoma y/o la presencia de otros trastornos. Asimismo, es importante la comunicación para visibilizar los riesgos del juego de las apuestas. Se tiene que informar a los jóvenes, a sus padres y alertarlos que puede ser altamente adictivo.