Gorditas son la sensación en la pasarela.
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Las modelos de ‘plus size’ se imponen en el mundo de la moda. Hoy no solo las chicas delgadas pueden ser protagonistas en las pasarelas, las también son muy solicitadas. Si no, preguntémosle a Carmen Briceño, Rosa Valdivia y Samantha Chávez, tres bellas chicas que juntas pesan 300 kilos y se ganan la vida como modelos de tallas grandes para una marca de ropa, en San Luis.
¿Cómo llegan al modelaje?
Carmen: Yo soy esotérica y salgo en algunos programas de televisión. Recuerdo que estaba buscando que alguien auspicie mi ropa, porque para mí era muy difícil conseguirlo. Así conocí la marca ‘, de tallas grandes, que me contrató para modelar sus diseños.
Rosa: Lo mío fue algo espontáneo, vine a comprar mi ropa a la tienda y me preguntaron si quería modelar. Nunca antes lo había hecho. Ahora me gano la vida con este trabajo.
Samantha: Es bonito y además nos sirve para tener un ingreso extra en nuestras casas.

¿Saben que ahora las modelos de ‘tallas grandes’ son muy solicitadas en la pasarela?
Carmen: Sí, y nos encanta que sea así. Una persona gordita no tiene por qué vestirse con prendas anchas y oscuras.
Rosa: Las gorditas estamos de moda. A los varones les gustan nuestras curvas.
Samantha: Somos gorditas, coquetas y sexys.

¿Han hecho muchos desfiles?
Samantha: Sí, hemos desfilado en pasarela.
Rosa: También en ropa de baño y bikinis. Nosotras no tenemos vergüenza de nuestro cuerpo.
Carmen: Lo que nos diferencia de las flacas es que entre nosotras no hay envidia. Todas tenemos cuerpos diferentes y lo aceptamos. Entre nosotras no nos quitamos las extensiones ni rompemos los tacos.

¿Son gorditas porque comen mucho o por un tema hormonal?
Samantha: Nuestro tema viene de la olla. Si queremos seguir siendo modelos de tallas grandes, tenemos que ‘mantener la línea’ (risas).
Rosa: Como buenas peruanas, somos de buen apetito. La comida de nuestro país es deliciosa.
Carmen: Somos gorditas porque nos gusta comer.

¿Se sienten regias?
Samantha: Y sanas. En mi caso, no tengo ningún problema de salud hasta ahora. No me siento para nada acomplejada.
Carmen: Yo siempre me hago mis chequeos. Las mujeres gorditas somos iguales a las señoras de la casa que nos van a leer. A ellas les digo que todas somos regias.

¿Cuánto pesan?
Carmen: 90 kilos y mido 1.65.
Rosa: 110 kilos y mido 1.87.
Samantha: Más de 100 kilos y mido 1.78.

¿Nunca sufrieron de bullying?
Rosa: Siempre fui la más alta de mi salón y me fastidiaban, pero a mí nunca me afectó porque tengo correa.

¿Conseguir hombres que estén a su ‘altura’ también debe ser complicado?
Rosa: Sí, muchos de mis enamorados han sido más bajos que yo, han sido mis llaveros. (Samantha Aguilar)

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