Mistura abrió sus puertas y los restaurantes más famosos de Lima Este no podían faltar a esta cita importante. Es así que hasta el Club Revólver del Rímac, donde se instala la feria, llegaron cocineros de esta parte de la capital, con lo mejor de su cocina.
PRESENCIA PERUANA
Con gran creatividad Gisela Bolívar ha creado el encamotado de escabeche. “Es una masa de camote rellena con un rico escabeche, el sabor es espectacular y es idea de mi madre”, dice su hijo André.
Esta familia del Rímac lleva muchos años en el rubro de piqueos y hoy está presente en Mistura.
“Con ‘Presencia peruana’ como se llama nuestro negocio, también preparamos boliyucas rellenas de queso, yuca rellena con carne y más”, añade. Afirma que sus productos son 100% naturales y sin preservantes.
TAMALES
Si de tamales hablamos, no hay mejor referente que Magaly Silva, reconocida tamalera del Rímac, que en esta edición de Mistura además de su clásica entrada, presenta la carapulcra con sopa seca.
Gracias a la cocina, Magaly ha podido conocer países como Chile, Brasil, España y Estados Unidos. Para la joven cocinera, un buen tamal debe contar con maíz mote seco. Esa es la clave para esta exquisita entrada.
‘EL CHOLITO’
María Elena Yaipén está en Lima por una sola razón, traer todo el sabor de su tierra Monsefú. Ella no canta, al igual que sus hermanos Elmer, Andy, Christian y Jimmy, fundadores del Grupo 5, pero tiene una sazón de los dioses.
Este año llegó a Mistura para presentar los platos más exitosos de su restaurante ‘El Cholito’. “Estamos presentando un espesado de lunes, servido con arroz amarillo y cebiche de caballa. El secreto para que este plato salga delicioso es el zapallo loche y el choclo.
Además, claro del amor que le ponemos”, comenta María Elena, quien por estos días se hospeda en La Molina. En Mistura también presentan el plato aguadito de carne seca.
‘UCHU FUSIÓN’
Inspirado en el futbolista Christian Cueva, el cocinero de ‘Uchu fusión’, Ismael Ródríguez creó el cebiche de la selección. Este plato lleva trozos de pescado, salsa de ají amarillo, pero la diferencia la hacen los champiñones. “Yo tengo fe que iremos al mundial, por eso creé este platillo”, dice el joven cocinero, que antes de abrir su local en San Juan de Lurigancho, vendía celulares. (Samantha Aguilar)
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