MI BODEGUITA. Rosario Pichilingue tenía 47 años cuando decidió emprender. Sabía que estas alturas de su vida era difícil encontrar un trabajo estable, se había separado y sus hijos estaban a punto de iniciar su educación superior.
Es así que en mayo de 2017 y con el apoyo de sus padres sacó un préstamo de 3,500 soles y adecuó la bodega en su casa, en Comas.
TE PUEDE INTERESAR: Día del bodeguero: Las bodegas son el corazón del barrio y en tiempos de pandemia se reinventan con el WhatsApp y delivery
“Lo hice por mis dos hijos. También quería trabajar para mí misma”, afirma la emprendedora, ahora con 52 años. Poco a poco, la bodega, que antes se veía algo vacía, comenzó a llenarse. Y no solo vendía lo básico en abarrotes, sino también frutas, verduras, pollo, productos de limpieza y de librería.
“Aparte de tener de todo un poco, los clientes vienen porque ofrezco productos innovadores, como helados importados, café colombiano y postres que mando a preparar para el día”, señala.
TE PUEDE INTERESAR: Madre e hijo salen adelante con su bodega de Lince: “Los clientes dicen que acá encuentran de todo”
El camino hacia el éxito de la bodega ‘Charito’ no fue fácil. La Covid-19 se llevó a su padre y hermano. Cerró su tienda por tres semanas porque todos se contagiaron en casa y muchos de los productos que vendía se malograron. “Fue un momento muy triste y duro”, confiesa.
Sin embargo, gracias a un préstamo bancario logró reactivar su negocio y hacerle frente a la fuerte competencia que apareció en la zona.
TE PUEDE INTERESAR: Mamita vendió cachangas y cafés en la calle y ahora es dueña de bodega
“Trabajo todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 10 de la noche. Prácticamente vivo aquí. Mis dos hijos estudian y ambos, cuando pueden, ayudan en el negocio haciendo delivery”, indica.
Para ella, ser madre soltera y emprendedora ha sido un reto, por lo que aconseja a toda las madres que pasan por circunstancias similares a enseñar con el ejemplo.
“Sé que es difícil, pero no hay que tener miedo porque poco a poco irás sacando tus propias fortalezas y, en el camino, te irás descubriendo como mujer y mamá”, agrega.
TE PUEDE INTERESAR:
Flor Rojas: “Comencé vendiendo marcianos y ahora tengo mi bodega”
Luis Adán y Tatiana: “Juntos en el amor y los negocios”
Joseph Chocce de la bodega ‘Doña Julia’: “Mi reto fue repotenciar el negocio familiar”
Carlos Triveño de ‘Minimarket Magda’ del Callao: “Levanté la bodega que me dejó mi mamá”